
A 40 años de los primeros casos, ONUSIDA reafirma que es posible poner fin al sida
El 5 de junio de 1981, el boletín semanal de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos reportó cinco casos de una rara neumonía registrados en hombres jóvenes y sanos, todos homosexuales, de la ciudad de Los Ángeles.
Aquello que era casi una curiosidad médica sería el inicio de la pandemia más grande del siglo XX, y llevaría a la luz pública no sólo un problema de salud, sino también de discriminación y falta de justicia social.
A 40 años de aquel anuncio, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) reafirmó, a través de un comunicado, que sí es posible poner fin a los casos de sida en el mundo para 2030.
En el más reciente informe elaborado por el organismo internacional, se muestra que decenas de países alcanzaron e incluso superaron las metas que se habían fijado para 2020, lo cual demuestra que eran objetivos realistas y alcanzables.
Algo que quedó claro según los datos es que aquellos países que tienen leyes y políticas progresivas y sistemas de salud sólidos en incluyentes son los que han tenido mejores resultados en frenar el VIH. Esto porque las personas que viven con el virus tienen mayores posibilidades de acceder a servicios eficientes para el VIH, como las pruebas de detección, el tratamiento que previene el VIH (conocido como PrEP), el suministro de varios meses de tratamiento para el VIH y una atención constante y de calidad.
Además, la información de ONUSIDA muestra que el número de personas con VIH en tratamiento se ha triplicado con creces desde 2010. Se calcula también que, gracias a la aparición del tratamiento, se han salvado 16.2 millones de vidas desde 2001.
En contraste, el informe consigna que los países que tienen leyes punitivas y no han adoptado un enfoque de salud basado en derechos están “castigando, ignorando, estigmatizando y dejando atrás a los grupos de población clave”, que además conforman el 62% de nuevas infecciones de VIH en todo el mundo.
El organismo recuerda que, de alcanzarse, los objetivos llevarán servicios de VIH al 95% de las personas que los necesitan, reducirán las infecciones a menos de 370 mil al año y disminuirán las muertes a menos de 250 mil anuales para 2025. Pero para llegar a estas metas es necesario invertir 29 mil millones de dólares anuales para 2025.