Al iniciar su tratamiento, pocas personas con VIH desarrollan hipertensión y diabetes

Al iniciar su tratamiento, pocas personas con VIH desarrollan hipertensión y diabetes

Es bien sabido que muchos tratamientos para diversas enfermedades, a largo plazo, pueden traer efectos secundarios. Cuando se desarrollaron los medicamentos contra el VIH, a mediados de la década de los noventa, se observó con preocupación que los efectos secundarios podían incluir la hipertensión y la diabetes, así como otras enfermedades metabólicas.

Sin embargo, conforme se han ido creando nuevos tratamientos antirretrovirales, estas complicaciones han ido disminuyendo, además de que una atención constante y un monitoreo cercano de las personas que viven con VIH ha permitido tomar medidas preventivas para evitarlas.

Sobre el tema, un estudio, presentado en la más reciente conferencia virtual de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, mostró que, cuando se utilizan los antirretrovirales de primera línea (es decir, los que se indican como primera opción para personas recién diagnosticadas), se observan bajas tasas de diabetes e hipertensión durante los tres primeros años.

Seguimiento cuidadoso

El equipo de investigación revisó dos grandes estudios que incluían a personas que tomaban los tratamientos Biktarvy®, Trivicay® y Descovy®, que son tres de los esquemas más usados para iniciar.

De acuerdo con lo reportado por el Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH), no hubo alto porcentaje de diabetes e hipertensión durante los primeros tres años. Sin embargo, también se observó que la cantidad de personas con un índice de masa corporal normal disminuía conforme avanzaban los años. Esto es un problema ya que la obesidad tiene más probabilidad de causar problemas cardiovasculares en las personas con VIH que en la población general.

Por ello, es importante hacer un seguimiento cercano de datos como el peso, los niveles de glucosa y de lípidos en las personas que reciben tratamiento antirretroviral, además de tener en cuenta los efectos secundarios que cada tratamiento puede causar.

El estudio señala que la presencia de hipertensión y diabetes no tuvo diferencias significativas entre las personas que tomaban cualquiera de los tres tratamientos estudiados.

Con los datos obtenidos, los investigadores advierten que, si bien el hecho de comenzar el tratamiento no aumenta la incidencia de hipertensión y diabetes, sí podría estar relacionado con el aumento de peso, y esto debería tenerse en cuenta para tener más cuidado del peso corporal dentro de la atención del VIH.

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