Condón femenino, ese gran desconocido

Cuando se trata de evitar infecciones durante las relaciones sexuales, toda protección es bienvenida. Sin embargo, el condón femenino es un dispositivo con grandes ventajas que ha permanecido en segundo plano frente a su contraparte masculina.

Hace ya casi 30 años que el condón femenino hizo su aparición en el mercado internacional. En 1992 estaba en auge el crecimiento de la epidemia de VIH, por lo que parecía ser una excelente opción preventiva. Sin embargo, su alto costo y escasa distribución frenaron su difusión y apropiación por parte de las mujeres.

¿Cómo es el condón femenino? 

El condón femenino es una funda transparente hecha de poliuretano y no de látex, como la mayoría de los otros preservativos. El poliuretano no es elástico, pero en el condón femenino no se requiere, pues se trata de un canal de 17 centímetros de largo (suficiente para cubrir el interior de la vagina) y casi 8 centímetros de diámetro. 

En el fondo, es decir, la parte que va dentro de la vagina, tiene un anillo plástico que ayuda a fijarlo dentro de la cavidad. También cuenta con otro anillo en el borde exterior, que al ser más grande, lleva al condón a cubrir gran parte de la vulva. Esto mejora el área de protección para evitar infecciones de transmisión sexual (ITS), a diferencia de los condones masculinos que cubren sólo el pene.

¿Qué ventajas ofrece?

Otra ventaja de este dispositivo de protección es que puede colocarse varias horas antes de la relación sexual, evitando los contratiempos de no tenerlo a la mano justo en el momento que se necesita. Además, los condones femeninos también pueden usarse en el sexo anal, pues son resistentes y el anillo externo evita que se deslicen hacia dentro del recto. En estas prácticas, es importante retirar el anillo interno porque en este caso no es necesario.

Algunos datos

Instituciones como la Organización Panamericana de la Salud han recomendado su distribución y uso. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud ha realizado análisis que indican que, entre aquellas personas que lo conocen, la tasa de aceptación del dispositivo varía desde el 41 hasta el 95%. 

En una experiencia documentada en una comunidad de Veracruz, México, se observó que la información sobre el condón femenino influyó de forma positiva en su aceptación, pues de un grupo de 99 mujeres, 87% dijo haber probado insertándose el condón, y 83% no tuvo problemas para que su pareja aceptara probar el dispositivo.

Por esto es tan importante que cada vez más mujeres (y hombres, por supuesto) conozcan y prueben con el condón femenino, que además de brindar muy buena protección frente a ITS, favorecen la autonomía de ellas al no tener que dejar a sus parejas masculinas la última palabra sobre si usar o no preservativo.

 

En AHF y nuestros centros aliados ofrecemos consejería y educación en salud sexual. Pruebas de VIH e ITS gratis, condones y vinculación a tratamiento. Ubica un centro cerca de tí y visítanos o escríbenos vía WhatsApp para más información.