
Diabetes y VIH: vivir con dos enfermedades crónicas
Cuando ya has asimilado que vives con el VIH y que tendrás que tomar un tratamiento de por vida para mantenerte saludable, te dan la noticia de que tienes diabetes. ¿Qué hacer ahora?
Como sabes, el tratamiento antirretroviral, que se comenzó a utilizar en 1996, ha salvado millones de vidas al controlar el avance del VIH en el organismo, por lo que actualmente, la normativa global es comenzar este tratamiento tan pronto como una persona es diagnosticada con el virus.
Sin embargo, a pesar de que los medicamentos antirretrovirales mantienen a raya la replicación del VIH, la acción de este virus sobre el organismo todavía no está completamente descifrada, pero lo que sí se sabe es que la inflamación crónica juega un papel crucial en la infección. Esta condición es una de las principales causas de que la diabetes sea más frecuente entre las personas con VIH que en la población general.
¿Cuánto mayor es el riesgo de diabetes?
Quienes viven con VIH tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes que otras personas de características similares (edad, condición de salud general), pero que no tienen VIH. Esto ha sido ampliamente estudiado y demostrado a través de los años; lo que aún no se ha podido unificar es exactamente cuánto más riesgo de diabetes tienen quienes viven con el virus.
Como lo recopila el sitio web de noticias Healthline, los estudios más recientes sobre el tema encontraron proporciones variables entre 1.39 y 4 veces más riesgo de VIH en personas con VIH que sin él.
En general, se ha estimado que la diabetes es más frecuente en número, pero también que se presenta a edades más tempranas entre las personas que tienen el VIH comparándolas con quienes no lo tienen.
Otra teoría para explicar estos datos es el papel que juega el tratamiento antirretroviral. Algunos de los fármacos pueden afectar negativamente la forma en que el organismo procesa el azúcar, lo cual, a su vez, puede llevar a alguien a tener resistencia a la insulina.
A esto se suman los factores genéticos e individuales de las personas con VIH, como son la historia familiar de diabetes, el sobrepeso, la mayor edad, la presencia de hepatitis C y la lipodistrofia, es decir, los cambios en la distribución de la grasa corporal que experimentan algunas personas con el VIH.
¿Cómo debe ser mi tratamiento?
Según lo explica Healthline (un medio especializado en salud cuyos contenidos son supervisados por médicos), el tratamiento para la diabetes no requiere grandes ajustes al prescribirse a una persona con VIH.
No obstante, la respuesta al tratamiento para la diabetes puede ser menor en las personas con el virus. En ocasiones es necesario sustituir alguno de los medicamentos antirretrovirales para disminuir la interacción de fármacos.
Lo recomendable es que las personas con VIH midan su azúcar en sangre antes de comenzar a tomar el tratamiento antirretroviral, para así detectar las variaciones que puedan presentarse a raíz estos fármacos, y poder detectar la diabetes de manera oportuna.
Pero no todo está perdido. Como en todos los casos, hacer algunos cambios de hábitos te pueden ayudar a mantener la diabetes bajo control:
- Aliméntate de forma balanceada. Limita tu consumo de azúcar refinada, sal y grasas.
- Que el agua sea tu principal fuente de hidratación, así evitas el azúcar refinada.
- Ejercítate durante 30 minutos cada día, hazlo todos los días de la semana, si es posible.
- Mantén un peso moderado.
- Revisa tus niveles de azúcar en sangre antes de iniciar y cuando ya has comenzado a tomar el tratamiento antirretroviral.
- No fumes.
Por supuesto, el personal de salud que te atiende por el VIH sabe cómo llevar el tratamiento de diabetes, por lo que puedes plantear con ellos cualquier duda que tengas.
Y si todavía no sabes si vives con VIH o si ya tienes un diagnóstico pero no has iniciado tratamiento, en AHF América Latina y el Caribe podemos ayudarte. Acércate a nuestra oficina más cercana a ti, estamos en 11 países de la región.