
El tratamiento preventivo del VIH no interfieren con niveles hormonales de personas trans
La utilización del tratamiento antirretroviral que previene el VIH (PrEP) a la par del tratamiento hormonal para la afirmación de género, usado por las personas trans, no afecta negativamente ninguna de las dos terapias, según encontraron dos estudios recientes.
La efectividad de la PrEP en personas trans que están en tratamiento hormonal (ya sean estrógenos para las mujeres trans o testosterona para los hombres trans) ha sido una preocupación de los equipos de investigación, pues no estaba claro si ambos esquemas tienen interacciones que pudieran afectar negativamente alguno de los tratamientos.
El Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH) recogió dos estudios realizados en Estados Unidos y presentados en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2021), una de las más prestigiosas conferencias médicas sobre el VIH en el mundo.
El mismo equipo de investigadores de la Universidad de Colorado realizó dos estudios en hombres y mujeres trans de entre 16 y 24 años de edad que ya tomaban terapia hormonal al momento de comenzar a tomar PrEP, en forma del tratamiento oral diario que combina tenofovir y emtricitabina.
El primer estudio buscó determinar los niveles hormonales de la población participante. Se encontró que, aunque los niveles de estradiol (sustancia que resulta al procesarse en el cuerpo el estrógeno) y de testosterona fueron ligeramente más bajos después de empezar la PrEP, la diferencia no fue estadísticamente significativa, por lo que no se produjo ningún efecto clínico.
El segundo estudio comparó los niveles de PrEP en las personas trans con los niveles hallados en personas cisgénero. Las mediciones se realizaron 4 horas y 24 horas después de la toma, antes de tomar la siguiente dosis, además de momentos aleatorios durante las primeras 2 o 3 semanas, para conocer los niveles de acumulación en las células.
Los niveles intracelulares de tenofovir fueron 34% más altos de los hombres que en las mujeres, y los de emtricitabina fueron 56% más altos en ellos que en ellas. Sin embargo, los valores absolutos de los fármacos en ambos grupos estuvieron dentro del rango normal. Sin embargo, hubo una diferencia significativa entre mujeres trans que tomaban tratamiento por inyección intramuscular y las que tomaban comprimidos orales. Las primeras mostraron niveles 42% menores de ambos fármacos. Por esto, el equipo investigador sugirió profundizar en estos hallazgos en futuros estudios.