
¿Es normal el dolor durante el sexo anal?
Dado que se trata de un esfínter y tiene muy escasa lubricación, no es raro que el sexo anal sea doloroso. Esto puede deberse a que la persona no está suficientemente relajada o a que no se le ha dado tiempo adecuado para adaptarse a la penetración.
No importa si se trata de un hombre o de una mujer, el ano es un órgano que funciona igual en todas las personas. O al menos, así debería ser, y por tanto, las exploraciones del placer sexual han llevado a muchos, sin importar su orientación sexual, a practicar la penetración anal.
El dolor durante esta práctica puede estar presente, pero no debería estar siempre ni debería ser tan intenso que convierta la situación en sufrimiento, más que en placer. De hecho, ya existe un nombre para designar el dolor excesivo en la penetración anal: anodispareunia.
¿Qué significa?
Cabe recordar que la palabra “dispareunia” es un término médico que se refiere al dolor persistente durante la penetración vaginal. Para este caso, se añadió el prefijo “ano” para especificar que el dolor se presenta en esa otra parte del cuerpo.
Según lo explica el sitio web Thedoby.com, especializado en VIH, igual que en la vagina, el dolor anal puede estar relacionado con muy diversas razones, tanto físicas como psicológicas. Además, no sólo se presenta cuando se intenta penetrar el ano con el pene, también podría surgir si se usa un juguete sexual o incluso sólo los dedos.
Partamos de la idea de que la persona que sufre dolor sí desea tener una penetración anal (de lo contrario, no hay ninguna razón para esta práctica), pero el dolor es tan intenso que le impide continuar, ¿qué se puede hacer?
Factores físicos
El ano tiene la capacidad de abrirse y cerrarse, pero puede suceder que esta acción se dé bruscamente, o con un tamaño mayor a lo habitual. Esto puede provocar que se lastimen los sensibles músculos del esfínter, llegando a generar lesiones tan graves que pueden causar una fisura anal.
Las lesiones pueden deberse al tamaño del pene de la pareja, el tamaño del juguete sexual o la intensidad de la penetración con cualquiera de éstos. Pero en última instancia, el dolor se debe a dos factores principales: falta de preparación/estimulación y falta de lubricación. Por supuesto, también debe haber una adecuada excitación sexual y una gran dosis de relajación, que llegue hasta los músculos de esa delicada zona.
Factores psicológicos
Igual de importantes son los problemas que la mente puede tener respecto a la penetración anal. El miedo al posible dolor, aun antes de experimentar este último, es un factor importante. Al sentir miedo, los músculos se tensan, y si eso pasa en el esfínter anal será muy difícil introducir cualquier cosa sin dolor.
Pero la tensión también puede deberse a otros pensamientos negativos, como la culpa, que estaría dictada por los juicios de que el sexo anal es “inadecuado”, “inmoral” o “sucio”. Adicional a esto, la persona podría estar sintiendo culpa, por ejemplo, por no usar condón en una práctica que implica una buena dosis de riesgo de contraer el VIH (u otras infecciones de transmisión sexual).
Al mismo tiempo, podría existir ansiedad, inseguridad o falta de confianza en la pareja sexual, por lo que la experiencia seguiría siendo difícil y dolorosa físicamente.
Un problema que tiene solución
Los especialistas consultados por Thebody.com (médicos y educadores sexuales) señalan que la anodispareunia es una condición que se puede manejar y superar. Los primeros pasos, que son, además, bastante lógicos, constan de usar un buen lubricante y aprender a respirar para relajarte durante el sexo.
Para ser más específicos, el ano prácticamente no tiene una lubricación natural, por lo que un lubricante íntimo hará una gran diferencia. Por otro lado, respirar y relajar la tensión, concentrándote especialmente en el esfínter anal, ayudará a que disfrutes más la penetración.
Podríamos agregar que el uso correcto del condón, en especial si es uno resistente (de los que los fabricantes clasifican como para “sexo rudo”), aportaría mayor tranquilidad y quizá sería más fácil relajarte sabiendo que cuentas con protección.
Y por último, nunca está de más visitar al médico si tienes dudas sobre cómo manejar el dolor. Si el problema de anodispareunia es físico, un médico lo resolverá, y si se trata de un conflicto psicológico, puedes buscar un terapeuta sexual que te ayude para superarlo.
Recuerda, tanto la penetración anal como la vaginal es mejor practicarlas con condón, así evitas infecciones y disfrutas mejor. Acércate a AHF América Latina y el Caribe donde te ofrecemos condones gratis, además de pruebas de VIH sin costo. Localiza nuestra oficina más cercana en tu país.