Lo que debes saber sobre VIH y disfunción eréctil

Lo que debes saber sobre VIH y disfunción eréctil

La disfunción eréctil (DE) es la incapacidad para alcanzar o mantener una erección. Este problema de salud sexual puede deberse a distintos factores, como la edad, algunas enfermedades y el uso de ciertos medicamentos. 

Si tú eres un hombre que vive con VIH, debes saber que la DE es más común en los varones con este virus que en los que no lo tienen. Esto puede estar relacionado con circunstancias de salud derivadas del virus o su tratamiento, o también con causas psicológicas, como la ansiedad por haber recibido tu diagnóstico recientemente o con la preocupación por transmitir el virus a tu pareja o parejas sexuales.

Las causas del problema

En hombres con y sin VIH, la DE puede ser provocada por problemas de salud como la diabetes, los niveles altos de colesterol, la hipertensión arterial, el tabaquismo, la obesidad y la enfermedad cardiaca. Todas estas afecciones dificultan el flujo de sangre hacia el pene.

También puede intervenir la edad avanzada, los bajos niveles de testosterona, el consumo de drogas y alcohol, y los problemas de salud mental como depresión y ansiedad.

En el caso de los hombres con VIH, hay factores específicos que hacen que la DE aparezca con más frecuencia, según reporta el sitio web especializado aidsmap.com. Se ha observado que mientras más tiempo hayas tenido el VIH, es más posible que presentes el problema. Además, si tu conteo de células CD4 era bajo al momento de tu diagnóstico, también es más probable que presentes DE.

Por otro lado, muchos hombres con VIH tienen un bajo nivel de testosterona. Sus síntomas incluyen pérdida de vitalidad, bajo deseo sexual, baja densidad mineral ósea y pérdida de masa muscular, pero como verás, son síntomas poco específicos y podrían también presentarse en hombres con niveles normales de testosterona. Por esto es importante que tu médico investigue si la DE podría relacionarse con la testosterona baja.

Tratamientos para la DE

Hace más de 20 años que apareció el primer medicamento para tratar la DE. Actualmente, existen varios fármacos que actúan de formas similares, aumentando el flujo sanguíneo hacia el pene y facilitando la erección.

Estos medicamentos se han vuelto fáciles de conseguir aun sin prescripción médica, pero recuerda que deben ser siempre recetados por tu médico, ya que pueden interferir con tu tratamiento para controlar el VIH o para otras enfermedades, desde infecciones hasta problemas cardiacos. En el mejor de los casos, si no son prescritos de forma adecuada, los fármacos para la DE podrían simplemente no funcionar.

Cuando los medicamentos orales no se pueden usar o no dan el resultado esperado, hay otras opciones de tratamiento como inyecciones administradas en el pene o bombas de vacío implantadas quirúrgicamente.

En caso de que la DE se deba a causas psicológicas, como la depresión, la ansiedad, el estrés, la vergüenza o la culpa, la psicoterapia es la opción. También puede ser útil recurrir a ella en caso de que el problema sea físico, pues aligera la carga emocional que puede traer un problema sexual como este.

Si vives con VIH tienes derecho a una atención integral de la salud. En AHF América Latina y el Caribe trabajamos para que esto sea una realidad. Si quieres hacerte una prueba gratuita de VIH, obtener condones o saber más sobre el virus, acércate a nuestra oficina más cercana en tu país.