Papanicolau anal: ¿cómo se hace y para qué sirve?

Papanicolau anal: ¿cómo se hace y para qué sirve?

Las mujeres saben que deben hacerse una prueba de Papanicolau para prevenir el cáncer del cuello del útero, pero ¿alguna vez habías escuchado del Papanicolau anal? Se trata de un examen muy similar que, como su nombre lo indica, se realiza en el ano.

Pero no está de más recordar de qué se trata el Papanicolau, para empezar. También se llama citología vaginal, y consiste en tomar una muestra de células del cuello del útero para analizarlas bajo el microscopio e identificar si hay algún indicio de cáncer en esa zona.

Para obtener la muestra, se raspa el cuello del útero (o cérvix) con un pequeño cepillo y se deposita lo obtenido en una laminilla de cristal que se cubre con otra. Las mujeres que se han sometido a ese procedimiento, por lo regular cada año, podrán afirmar que el raspado toma sólo unos segundos y no suele traer más que una ligera molestia.

Tras el rastro del VPH

Ahora bien, sabemos que la gran mayoría de los casos de cáncer de cérvix son causados por una infección de Virus de Papiloma Humano, VPH. Es por eso que, desde que se crearon las vacunas contra este virus, se ha insistido mucho en la importancia de aplicarlas a la mayor cantidad de personas posible, ya que el hecho de que una vacuna pueda prevenir un cáncer implica una gran oportunidad.

Sin embargo, el VPH no sólo se aloja en la vagina, sino que también puede estar en la boca o en el ano, ya que todas ellas son mucosas que se pueden involucrar en diversas prácticas sexuales. Se ha observado también que el VPH puede causar cáncer de garganta (faringe) y que está relacionado con gran parte de los casos de cáncer anal.

Es de esta forma que la prueba de Papanicolau puede llegar al ano. Para ser más precisos, de llama citología anal, y requiere el mismo procedimiento de raspado para obtener células, pero esta vez del interior del ano, para que se revisen y se identifique si hay indicios de cáncer en el área.

En algunos casos (depende del servicio de salud) se pueden tomar dos muestras: la primera tiene el mismo destino bajo el microscopio que en el caso de la citología vaginal, ahí es donde se puede ver si hay células cancerosas; la segunda muestra es para analizar si el VPH está presente y qué cepa del virus es, de manera que se evalúa el nivel de riesgo de cáncer que tiene la persona.

La citología anal no es un procedimiento muy conocido ni muy frecuente, pero sí resulta muy útil cuando el personal de salud sospecha que puede haber una infección por VPH y, por tanto, una posibilidad de cáncer.

El papel del VIH

Ya que los dos son virus que se transmiten por el contacto sexual, el VPH y el VIH podrían estar presentes en la misma persona. Es por esto que cuando alguien tiene VIH es más probable que su médico quiera realizarle una citología anal para averiguar si hay riesgo de cáncer. Cabe recordar que las personas con VIH parecen ser más propensas a desarrollar cáncer, aunque no está muy clara la razón. 

Lo importante es que, una vez que se detecta una sola infección de transmisión sexual (sean estos virus o sífilis o alguna otra), es adecuado buscar si hay más de ellas para así prevenir todos los riesgos que la persona puede correr al haber tenido sexo sin protección.

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