
Por un alto a la tuberculosis
La tuberculosis (TB) es una infección provocada por una bacteria, la cual es una señal de alarma para sospechar que quien la presenta el VIH, ya que la tuberculosis es considerada una infección oportunista, definitoria de sida.
De acuerdo con un artículo publicado en el portal Healthline, la tuberculosis puede ser muy difícil de identificar en personas con el VIH, ya que las pruebas para aquellas personas indican un sistema inmunológico afectado.
Un problema mayúsculo
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la persona que tiene TB y VIH constituye una emergencia médica. Esto porque, al verse debilitado el sistema inmunológico, las bacterias pueden atacar con más facilidad.
Según los especialistas, la TB puede ser latente o activa. La TB latente no causa síntomas, pero se encuentra en el cuerpo y puede ser que la llegue a transmitir a la pareja. Por lo regular, la TB latente es bien controlada con un tratamiento de antibióticos.
Si ya has recibido un diagnóstico de VIH, es importante que acudas al médico para que te haga una prueba de TB aunque no presentes ningún síntoma, pues una infección latente de TB podría progresar rápidamente.
Para detectar una infección de este tipo, son útiles dos tipos de pruebas:
- Prueba de piel: se realiza inyectando una pequeña dosis de derivado purificado y proteínico de tuberculino debajo de la piel para ver cómo reacciona el cuerpo. Si en la zona de la inyección se ha formado un bulto inflamado y rojo, la infección por TB está establecida.
- Prueba de sangre: Una enfermera la realiza, por lo regular en una vena del brazo. La prueba busca una reacción a la bacteria en tu sistema inmunológico.
Si la prueba resulta positiva o si se sospecha que hay TB activa, se puede recurrir a otras herramientas de diagnóstico. Por ejemplo, podría ser necesario recolectar una muestra de esputo (mucosidad) o hacer una radiografía del tórax.
Algunos síntomas
La TB por lo regular se relaciona con tos con sangre, sin embargo, aunque mucha gente cree que la TB ataca solamente los pulmones debes saber que, en efecto, hay tuberculosis pulmonar, pero también de otras partes del cuerpo.
De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, la tuberculosis pulmonar puede causar síntomas como:
- Tos que no se va y que puede contener sangre o mucosidad
- Fiebre
- Sudores nocturnos
- Fatiga
- Pérdida de peso inexplicable
- Debilidad
- Dolor en el pecho
- Pérdida del apetito
Sin embargo, todos estos síntomas podrían confundirse con otras condiciones, tales como neumonía, cáncer de pulmón o infección por hongos. Para poder eliminar estas confusiones, es muy importante realizar una prueba de detección de la TB.
El tratamiento contra la TB debe estar integrado por un grupo de antibióticos que dependerán de la severidad del caso. La TB puede llegar a ser resistente a algunos de los fármacos que se usan para tratarla. Podría ser necesario que tomes una combinación de medicamentos.
TB y VIH
Si resultas positivo al VIH, es probable que tu médico te recomiende también una prueba de TB. Si en esta prueba resulta que no tienes una TB latente o activa, el médico podría indicarte el tratamiento para prevenir la TB si presentas ciertos riesgos de salud, tales como:
- Contacto cercano con alguien que haya presentado tuberculosis
- Conteo de células CD4 menor a 200
El tratamiento preventivo actual involucra un ciclo de medicamentos antibióticos como la isoniazida o la rifampicina. De esta forma, mientras que el VIH es una condición de por vida, la TB puede tratarse y curarse en un par de semanas.
Lo más importante es que recuerdes que la TB se asocia estrechamente con el VIH, por lo que cualquiera de ellos debe alertarte sobre el otro.
Si tienes más dudas, en AHF América Latina y el Caribe podemos orientarte. También hacemos pruebas de VIH gratis, contacta a nuestra oficina más cercana o escríbenos por Whatsapp.