
Prevención del VIH: las claves para los jóvenes
La población joven de hoy cambia constantemente. La velocidad a la que se mueve la información parece ser la misma con la que se modifican sus intereses, su lenguaje o sus formas de relación. Ante este panorama, los mensajes y las herramientas que los ayuden a protegerse del VIH deben ser igual de dinámicos.
En el marco del Día Internacional de la Juventud, platicamos con Miriam Ruiz, Directora de Prevención y Pruebas Rápidas para América Latina y el Caribe de AHF, quien nos habla sobre los retos que enfrentan las y los jóvenes al buscar servicios y herramientas para prevenir el VIH.
Relaciones jóvenes en pandemia
AHF ofrece pruebas de detección, condones y otros servicios médicos relacionados con el VIH en más de 45 países de todo el mundo. Tan solo en la región de América Latina, más de la mitad de la gente que se acerca a sus servicios es gente joven, es decir, de 15 a 29 años de edad. Esto no es casual, pues la organización se ha preocupado por llegar a esta población, ya que se considera un grupo clave para frenar el avance del VIH.
Con esta proporción de gente joven, han podido identificar problemáticas que se toman en cuenta para mejorar las estrategias de prevención.
En especial durante el confinamiento derivado de la pandemia de COVID-19, se han derrumbado ciertas creencias que se daban por hecho. En primer lugar, que las y los jóvenes no iban a tener sexo durante la contingencia. En segundo lugar, que el sexo se refiere únicamente a relaciones coitales.
Lo cierto, explica Miriam, es que las relaciones entre jóvenes se dan de maneras muy diferentes a las de hace sólo unos años, pues muchas de ellas empiezan en Internet. “Además de la protección física como tal, una preocupación recurrente en personas jóvenes es cómo protegerse de situaciones desagradables o hasta violentas en relaciones que comienzan en línea”.
Todo el contexto cambia tan rápido que es necesario que las estrategias cambien al mismo ritmo, por lo que es importante escuchar las inquietudes que van surgiendo. Sin embargo, hay algunas dudas que no han cambiado desde hace 20 años, como: “Tuve esta práctica sexual, ¿puede haber adquirido VIH?” o “¿quién puede adquirir VIH?”, son preguntas básicas que han permanecido.
Juventudes diversas
Otra pregunta recurrente es “¿dónde puedo obtener condones?”. Para Miriam, es una pregunta que no tiene una buena respuesta, pues considera que el acceso a los condones no es real. “El acceso va a ser real cuando los condones estén gratuitamente en la puerta del baño de las escuelas o en el parque, no como ha venido ocurriendo hasta ahora, que debes ir a una clínica y seguir todo un proceso para que te los entreguen”.
(En nuestros Centros AHF puedes obtener condones de forma gratuita y confidencial. Localiza la más cercana aquí).
Esto es importante porque de los usuarios atendidos por AHF en Latinoamérica y el Caribe en 2019, 67% acudió a hacerse la prueba porque no tenía protección a la mano al momento de tener un encuentro sexual.
Pero la experiencia en 40 años de pandemia de VIH ha enseñado que el condón no es la única forma de prevenir la transmisión del virus, y que en todo caso, su uso está sumergido en una serie de factores sociales que deben modificarse.
Por esto, actualmente se trabaja en lo que se conoce como prevención combinada. Se trata de estrategias sociales, de comportamiento y de acceso a los servicios. Lo que se busca es ajustar dos o más de estas intervenciones para las necesidades de cada población. Y es que la población joven no es una sola, sino que dentro de ella hay diversos grupos.
“Por ejemplo, las necesidades de las mujeres jóvenes, su percepción de riesgo y su riesgo real de adquirir VIH son muy diferentes de los de jóvenes gays, y no tiene que ver con identidad, sino con prácticas que se ha demostrado a lo largo del tiempo que tienen mayores o menores riesgos de VIH”.
Otra gran preocupación de la organización es poder trabajar con mujeres trans jóvenes, ya que su riesgo de adquirir VIH se ve incrementado por su contexto social y sus prácticas sexuales. “De enero a junio han venido con nosotros 1,029 personas trans, la gran mayoría mujeres, a hacerse la prueba, y la proporción de resultados reactivos (positivos) es muy alta comparada con cualquier otro grupo“.
En este caso, se necesita impulsar cambios estructurales como leyes que protejan la identidad de estas personas, pues mientras no puedan vivir su vida como han elegido, la vulnerabilidad seguirá siendo muy alta.
Prevención con medicamentos
En el caso de los jóvenes gays, de acuerdo con la activista, muchos de ellos saben que existe un tratamiento llamado profilaxis pre exposición (PrEP), que se le da regularmente a personas sin VIH que están en riesgo de contraerlo debido a sus prácticas. “Hemos observado que es algo de lo que se platica mucho, pero en realidad hay muy poco acceso, porque solo en Brasil, Argentina y República Dominicana está bien normado”. En el resto de los países se brinda sólo como parte de programas piloto que están evaluando su implementación.
Lo mismo sucede con el tratamiento de profilaxis post exposición (PEP), que se suministra a personas que ya se han expuesto al VIH. Entre los casos más representativos de su utilidad están las agresiones sexuales. “Eso sí te puedo decir que está normado en todos los países, pero hay un acceso real al tratamiento”.
De hecho, el problema de la violencia sexual es algo que AHF ha documentado a través de sus servicios. Las agresiones se dan contra hombres y contra mujeres en proporción muy similar, y cuando van a hacerse la prueba de VIH y resulta positiva, se enteran de que podían haberlo prevenido de haber sabido sobre el tratamiento PEP.
Hay que cambiar el mundo
La oferta regular de la prueba de VIH y la vinculación al tratamiento para la gente que es detectada son dos estrategias más que funcionan como prevención. Seguir el tratamiento antirretroviral hará que la cantidad de virus en la sangre se reduzca tanto que sea imposible transmitirlo a otra persona. Es lo que se conoce como indetectable=intransmisible.
Pero todas estas estrategias requieren que la gente joven se involucre. Miriam sabe que su labor también se requiere allí: la comunicación no sólo debe informar sobre cómo usar condón o cuándo hacerse la prueba, sino también sobre la posibilidad de reclamar sus derechos.
“Es momento de decirle a los jóvenes que es su derecho exigir lo que necesitan, y que en sus manos está cambiar el mundo y les toca hacerlo”.
AHF es la organización más grande a nivel mundial que trabaja en la respuesta al VIH y sida, y ofrece pruebas rápidas de VIH gratuitas en América Latina y El Caribe en México, Guatemala, Jamaica, República Dominicana, Haití, Panamá, Perú, Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Encuentra aquí tu centro de atención.