
Seguir con la atención del VIH en la pandemia de COVID-19, piden ONUSIDA y la OMS
Mantener los servicios médicos de atención del VIH durante la actual pandemia de COVID-19 evitaría entre 19 y 146 muertes relacionadas con el sida por cada 10 mil personas, en un plazo de 50 años. Este cálculo fue dado a conocer por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A la vez, las muertes adicionales relacionadas con la COVID-19 por exposiciones relacionadas con acudir a los servicios de atención al VIH serían de entre 0.002 y 0.15 por cada 10 mil personas. Es decir, los beneficios de seguir prestando servicios de VIH son mucho mayores que los riesgos de muertes adicionales por COVID-19, concluyeron modelos matemáticos elaborados a petición de los dos organismos internacionales.
De acuerdo con el portal de noticias Infosalus, el director de Información Estratégica y Evaluación de ONUSIDA, Peter Ghys, explicó que “el mundo debe hacer inversiones ahora que no lo dejen con un compromiso tan duro en el futuro”, de manera que se deben construir sistemas sólidos para la salud que reconozcan la contribuciones dirigidas por la comunidad como parte de un sistema resistente, “no como una idea de última hora”.
El análisis matemático examinó las interrupciones de cuatro servicios de salud que son clave en relación con el VIH: la circuncisión masculina voluntaria, las pruebas de detección del VIH, las pruebas de carga viral y los programas que buscan prevenir la transmisión materno-infantil del VIH.
Además, se compararon las muertes por COVID-19 durante 2020 y 2021 en personal de salud y usuarios de los servicios de VIH con las muertes relacionadas con el sida que se pudieron evitar ahora y durante los próximos 50 años, a causa de mantener los servicios de atención al VIH. El modelo matemático se aplicó en países con importantes epidemias de VIH y de COVID-19.
Los resultados pusieron en evidencia que el daño potencial de la transmisión de COVID-19 dentro de los servicios de atención al VIH debe evaluarse y compararse con los beneficios de mantener estos servicios, que según los datos, incluyen menos muertes relacionadas con el sida.
Es decir, aunque a corto plazo existe un riesgo adicional de transmisión de COVID-19 asociado a mantener abiertos los servicios de atención al VIH, el riesgo de muertes adicionales por COVID-19 es “al menos 100 veces menor que las muertes relacionadas con el sida que se evitan si se mantienen esos servicios”, encontró el análisis.