Soy mujer y me cuido del VIH

Soy mujer y me cuido del VIH

Las mujeres pisamos cada vez más fuerte en todos los ámbitos. Poco a poco nos hemos ido convenciendo de nuestro propio valor y ahora tenemos más confianza para hacernos escuchar, sobre todo cuando se trata de defender nuestros derechos. ¿Y qué derecho es más valioso que el derecho a la salud?

Sí, el primer derecho humano es el derecho a la vida, pero cuando hablamos de una infección como el VIH estamos involucrando las dos garantías (la vida y la salud) a las cuales queremos proteger.

Cuando de protegernos del VIH se trata, las mujeres debemos tomar acciones y buscar por todos los medios que nuestra voz se respete. Ya pasaron los tiempos en que las decisiones importantes las tomaban solamente los hombres de nuestras vidas.

Hoy en día, lo primero para protegerte de una infección por VIH es reconocer que todas estamos en riesgo cuando tenemos relaciones sexuales sin protección, no importa en qué circunstancias. Por ejemplo, hace un tiempo se pensaba que sólo las trabajadoras sexuales estaban expuestas. Después se creyó que aquellas que tenían muchas parejas (o más de una, para ser precisos) eran las que podrían adquirir la infección.

Toma la protección del VIH en tus manos

Hoy sabemos que la vulnerabilidad no tiene que ver con la “moral” de las mujeres, sino con otros factores, tanto biológicos como sociales. En lo estrictamente físico, las relaciones sexuales vaginales exponen más a las mujeres a una infección pues la vagina tiene una mayor superficie por donde puede entrar el virus transportado por el semen, además de que ese semen permanece en el cuerpo durante varios días.

Por otro lado, los factores sociales como la violencia de género ponen a las mujeres en situaciones de desventaja. Es importante hacer conciencia sobre las formas en que se manifiesta esa violencia, desde manipulación o chantaje psicológico hasta la propia violación sexual.

Por fortuna, hay cada vez más recursos para que las mujeres puedan tomar mejores decisiones sobre su vida sexual, y el primer paso que puedes dar en esta dirección es usar condón en todas tus relaciones sexuales. En el caso de que tengas una pareja estable, podrías optar por no usar el preservativo, aunque debes estar consciente de que es más fácil que se rompa una promesa de fidelidad que un condón.

Si, por estar en una relación decidiste no usar condón, otra acción que puedes tomar para cuidar tu salud es hacerte la prueba de VIH con regularidad, una vez al año. Esto hará posible que, en caso de que te infectes, puedas comenzar tu atención y tratamiento cuanto antes, y así permanezcas lo más saludable posible durante más tiempo.

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