
Vivo con VIH, ¿qué pruebas debo hacerme?
Una vez que has recibido un diagnóstico de VIH, lo ideal es comenzar la atención médica tan pronto como sea posible. Esto permitirá controlar la infección cuanto antes y así evitar que tu sistema inmunológico, y tu salud en general, se vean afectados de forma importante por el virus.
Cuando te hayas integrado a una institución de salud para recibir un tratamiento, muy probablemente la atención comenzará con una serie de pruebas para evaluar tu situación, y después, cada cierto tiempo, el equipo médico realizará varios exámenes para ver cómo está evolucionando el tratamiento y cómo está respondiendo tu organismo en general.
Si estás comenzando el tratamiento o si todavía no sabes qué esperar de los chequeos de salud, aquí te damos algunas guías, partiendo de la información recabada por el sitio web especializado en VIH Aidsmap.com
Interrogatorio: Suena algo rudo, pero no lo es. Se trata de las preguntas que te hace tu médico en la consulta para saber cómo te sientes, si tienes algún síntoma o alguna preocupación específica sobre tu tratamiento. Esto puede realizarse cada que vayas a la consulta, pero si no ocurre, no dudes en traer a la conversación cualquier cosa que consideres importante.
Carga viral: Se refiere a la cantidad de virus que hay en cada mililitro de sangre. Lo verás escrito como “copias/mm3”, y es un dato importante para saber qué tan avanzada está la infección y cuánto se está controlando a partir de que iniciaste el tratamiento antirretroviral. Las pruebas de carga viral pueden hacerse cada 3 o 6 meses, según la necesidad de monitorear ese número (cuando inicias el tratamiento pueden hacerse con más frecuencia para saber si éste funciona adecuadamente). El objetivo del tratamiento antirretroviral es que la carga viral sea tan baja que se vuelva indetectable.
Conteo de CD4: Los linfocitos T CD4 son las células del sistema inmunológico que son atacadas por el VIH. De este modo, si el virus ha logrado afectar tu sistema de defensa, el conteo de CD4 será bajo. Por el contrario, un conteo de CD4 dentro de rangos normales indicará que el tratamiento antirretroviral está funcionando bien y que tu sistema inmunológico se encuentra fortalecido. Este examen se suele realizar cada 3 o 6 meses.
Hemograma completo: Es un análisis de todos los elementos que componen la sangre, como la cantidad de glóbulos rojos, de glóbulos blancos, de plaquetas, de hemoglobina, entre otros. Si se detecta que alguno de estos elementos está fuera de los rangos normales, podría ser indicador de que tienes alguna enfermedad que requiere atención.
Glucosa: Como en todas las personas, medir la glucosa es importante para asegurarse de que el cuerpo procesa adecuadamente la energía que proviene de los alimentos. Cuando la glucosa aparece muy elevada, la persona se encuentra en riesgo de diabetes. Esto no es diferente para quienes viven con VIH.
Panel de lípidos: Se refiere a la medición de los distintos tipos de grasas que circulan en la sangre. Un exceso de lípidos puede bloquear las arterias y poner en riesgo al sistema cardiovascular. Algunos medicamentos antirretrovirales pueden provocar un aumento del colesterol, por lo que es necesario darle seguimiento cercano.
Hígado: Muchos de los medicamentos, en general, y también los que combaten el VIH, se eliminan del cuerpo a través del hígado. Algunos exámenes de sangre pueden mostrar si este órgano está procesando los medicamentos y los alimentos de forma adecuada.
Riñones: Es importante verificar que los riñones funcionan correctamente y que llevan a cabo su función de eliminar ciertos desechos del cuerpo.
Papanicolau: En las mujeres con VIH, el equipo médico debe buscar una posible infección simultánea con el virus del papiloma humano o VPH. Esto se realiza mediante una prueba de Papanicolau, y se puede repetir anualmente para prevenir la aparición de cáncer cervicouterino.
Densidad ósea: Las personas con VIH están especialmente expuestas a la pérdida de densidad ósea, ya sea por la acción de algunos medicamentos o por la propia infección con el virus. Por esto es relevante que se realice un examen de este tipo, que se lleva a cabo mediante rayos X.
Como ves, la mayoría de los estudios son los mismos que se le harían a alguien sin VIH, pero poniendo especial atención en ciertos indicadores. Si tienes cualquier duda sobre cómo o cuándo te realizarán estas pruebas, coméntalo con tu médico.
Y si ya tienes un diagnóstico positivo de VIH pero no has iniciado tu tratamiento o quieres retomarlo, acércate a AHF América Latina y el Caribe, aquí podremos ayudarte. Sólo ubica nuestra oficina más cercana en tu país o escríbenos por Whatsapp.