I=I es uno de los conceptos más importantes en la historia del VIH. Significa “indetectable igual a intransmisible”, y se refiere a que, cuando una persona que vive con VIH está en tratamiento antirretroviral y esto disminuye el virus a niveles indetectables, es imposible que lo transmita a otras personas a través de las relaciones sexuales.
Bruce Richman es un reconocido activista estadunidense. Es fundador de la Campaña de Acceso a la Prevención (PAC, por sus siglas en inglés), la organización que lanzó el mensaje I=I. Durante los últimos años, Richman ha unido a activistas en esfuerzos para acabar tanto con la epidemia de VIH como con el estigma que muchas personas que viven con VIH enfrentan.
Una nueva perspectiva
Una serie de especialistas en salud, profesionales, personal docente, familiares, cónyuges, y amistades han cambiado su perspectiva sobre lo que significa un diagnóstico de VIH. A través de investigaciones contundentes y un activismo incansable, I=I se ha convertido en un consenso global.
“I=I es mi vocación”, dice Richman, abogado de profesión, entrevistado por la revista electrónica Plus. “Nunca había sentido esa compulsión y claridad. Sabía que indetectable es igual a intransmisible, pero millones de personas estaban sufriendo porque no se les estaba informando y las personas en posiciones de gran influencia para aliviar ese sufrimiento estaban de brazos cruzados. No tenía otra opción”.
El activismo siempre ha estado presente en la historia de Richman. Ha sido su naturaleza cuestionar las injusticias y defender a los demás. Cuando tenía sólo 6 años, organizó un club de aves para protestar contra la destrucción de un terreno, lo cual acabaría con un hábitat esencial para las aves. “No ganamos”, admite. Pero fue sólo el comienzo de su activismo.
El VIH reescribió su historia
Graduado de la Facultad de Derecho de Harvard, Richman trabajó en filantropía durante dos décadas, desarrollando fundaciones y programas en torno a diversos temas (incluyendo el VIH).
Mucho antes de que I=I llegara a su vida, fundó el Grupo de Filantropía Inspirada, donde trabajó en iniciativas para el cambio social con personajes muy diversos, desde la conductora Ellen DeGeneres hasta el arzobispo de Sudáfrica Desmond Tutu.
Sin embargo, después de ser diagnosticado con VIH en 2003, Richman cayó en un torbellino de miedo y vergüenza, con el temor de transmitir el VIH a sus seres queridos. En aquel momento, su historia cambió, se aisló y recuerda que no se permitía amar.
“Estaba deprimido, a veces con ideas suicidas, porque realmente había internalizado el estigma y me sentía tóxico, peligroso”, explicó. Sin embargo, en 2012, descubrió el hecho científico de que cuando estás en tratamiento y tu carga viral es indetectable, es imposible transmitir el virus a otros. Fue entonces cuando comenzó a ver la posibilidad de amor e intimidad real en su nueva vida sin miedo.
Una lucha contra el silencio
Pero su felicidad se convirtió en indignación cuando Richman se dio cuenta de que no solo el personal de salud y la comunidad del VIH no estaban discutiendo este hecho, sino que millones de personas que viven con VIH no estaban lo suficientemente conectadas con el campo médico para siquiera saberlo.
“Me enteré de que algunos doctores sentían que estaba bien hablar de I=I a nivel individual, pero había un gran temor de que si la información llegaba al público en general, algunas personas con VIH dejarían de usar condones, lo que contribuiría a las ya crecientes tasas de infecciones de transmisión sexual (ITS)”.
En lugar de educar sobre las ITS y cómo mantenerse indetectable, preferían retener información que tenía el poder de cambiar la vida de las personas con VIH. Richman también descubrió que los doctores que conocían I=I solo se lo decían a las personas con VIH que consideraban “responsables”. Así, las decisiones estaban sesgadas por el racismo, el clasismo, el sexismo y todos los demás tipos de prejuicio.
La campaña que lo cambió todo
En 2015, Richman y un grupo de trabajo de PAC comenzaron las gestiones para poner en marcha la campaña I=I. Richman también se puso en contacto con el doctor Pietro Vernazza, autor de la Declaración Suiza, una proclamación publicada en 2008 que afirmaba que las personas que viven con VIH en tratamiento efectivo no pueden transmitir el virus por la vía sexual.
PAC también trabajó con destacados investigadores para crear una declaración de consenso que aclarara dudas y confirmara que I=I era verdadero. La campaña se lanzó en julio de 2016. En unas pocas semanas, la ciudad de Nueva York fue la primera ciudad, departamento de salud pública y grupo de funcionarios de salud pública en el mundo en reconocer oficialmente la verdad en la declaración de I=I. Así nació un movimiento.
Más tarde, en la 22ª Conferencia Internacional sobre el Sida en Ámsterdam en 2018, “I=I estaba en todas partes”, dice. “Era verdaderamente global. Cuando la doctora Alison Rodger dijo desde el escenario, ‘El riesgo es cero’ y ‘El tiempo para excusas ha terminado’, y reconoció nuestra campaña, sentí que podía relajarme. Sentí una gratitud tremenda”.
¿Hacia dónde nos lleva la historia?
Es verdad que I=I es una bandera para la comunidad del VIH mientras avanza hacia el futuro. También es un recordatorio de lo que se ha recorrido. En palabras de Richman, “los sistemas necesitan ser desafiados, o de lo contrario se convierten en monstruos que prosperan manteniendo las cosas como están”.
“Podemos decir I=I ahora gracias al activismo que se remonta a los años ochenta. Tampoco podemos volvernos complacientes ahora que conocemos I=I. Debemos seguir responsabilizando no solo a nuestro gobierno, sino también a las organizaciones comunitarias y al personal médico y defensores de la salud pública que deberían estar defendiendo nuestro bienestar. Siempre debemos seguir preguntándonos, ‘¿Esto nos está sirviendo? ¿O necesitamos luchar por algo nuevo?’”.
Recuerda que, como esta historia, todas las personas tenemos un papel en la respuesta al VIH. Tú puedes hacer tu parte manteniéndote en tratamiento antirretroviral. Sin embargo, si tienes un diagnóstico de VIH pero no has iniciado el tratamiento, en AHF América Latina y el Caribe podemos ayudarte. Localiza nuestras oficinas en tu país o escríbenos por Whatsapp y conoce todos nuestros servicios.