¡Este Halloween no te asustes frente a lo desconocido!

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Miriam Ruiz

Drácula dio susto desde que se escribió en 1897. Entonces poco se sabía de sexualidad y se prohibía. Este Halloween tú puedes perder el miedo.

Aparte de los disfraces y el Halloween, la novela de Drácula, dicen los que saben, tiene mucho que ver con el sexo y el susto. La sociedad victoriana donde se escribió esta novela de Bram Stoker fue puritana. O sea, se hacía de todo y se hablaba de nada.

Mucha pureza y moralidad (dicen)

La trama de Drácula se sostiene en la pureza y falta de malicia de la protagonista, subyugada por el éxotico y lejano visitante. Que además era de la realeza.

Mientras tanto, en esa misma época victoriana se registró la historia de Hannah Cullwick, quien en sus diarios narró las vivencias que hoy llamaríamos sadomasoquistas con su patrón (y luego, marido). Vivió 76 años.

¡Alto! El punto no es decir como deben ser tus relaciones sino destacar que para vencer el miedo, tenemos de aliadas a la información actualizada y científica, así como a nuestra agencia, o capacidad de tomar decisiones.

El miedo al sexo

Hay más de una razón para sentir nervios o franco pavor ante una probable nueva relación. Con o sin Halloween. Hay miedo de abrir nuestra intimidad y preocupaciones frente a la potencial pareja sexual por no conocerla bien.

Hay miedo a no estar a la altura, miedo a posibles consecuencias como infecciones de transmisión sexual o embarazos. Miedo de no volver a ver a ese fantasmita que conociste en esa fiesta de disfraces.

Mientras preparas tu disfraz, también puedes alistarte para bajarle a ese miedo.

En términos psicológicos, todo esfuerzo para el autocuidado y crecimiento personal a lo largo del año, puede contribuir a elevar nuestra imagen personal y aclarar que es lo que deseamos de una relación.

Disfruta sin miedo tu fiesta de Halloween

Lo primero será siempre tener buena información de cómo sí y cómo no se adquieren las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), incluyendo el VIH, para evitar las prácticas de mayor riesgo. Y luego, tener presentes estas prácticas de autocuidado.

Sexo más seguro. El sexo seguro es aquel donde no hay intercambio de fluidos. El sexo más seguro es cuando tomamos medidas de protección, especialmente el uso de condones y otras barreras. También cuando cuidamos y lavamos nuestros juguetes para evitar compartir bacterias indeseadas.

No al intercambio de jeringas y artefactos cuando usamos drogas. Intercambiar jeringas, en especial para drogas intravenosas, es una práctica de altísimo riesgo para adquirir VIH y algunas hepatitis.

Acudir a hacernos pruebas de detección de VIH u otras ITS. No hay que esperar a tener síntomas. La mayoría de las ITS no dan síntomas. Y menos el VIH. Hasta que ya avanzaron. Y, por otra parte, mientras más temprano se detecten, más eficaz será el tratamiento. Para la prueba de VIH recuerda esperar el periodo de ventana.

Puedes contar con AHF en cualquiera de los 12 países donde tenemos centros y organizaciones aliadas para visitar y pedir condones o solicitar pruebas de VIH en cualquier momento del año. ¡Acude sin miedo!