Prevención combinada: distintas formas de cuidar nuestra salud sexual

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Sheila

La prevención del VIH y otras ITS no depende de una sola estrategia. Hoy sabemos que el cuidado es más efectivo cuando se combinan diferentes prácticas que se adaptan a la realidad de cada persona. A este enfoque se le llama prevención combinada.

Este concepto no busca imponer un único método, sino ofrecer opciones que permitan tomar decisiones informadas y seguras. La idea es que cada quien encuentre la forma de protegerse, que mejor se ajuste a sus necesidades, sus vínculos y su contexto.

¿Qué significa prevención combinada?

La prevención combinada reúne herramientas biomédicas, conductuales y estructurales que, en conjunto, reducen las posibilidades de adquirir el VIH u otras ITS. Esto incluye:

  • Uso constante del condón con lubricante.
  • Realización periódica de la prueba de VIH.
  • Acceso y adherencia al tratamiento antirretroviral en personas que viven con VIH.
  • Uso de medicamentos preventivos como la PrEP (profilaxis pre-exposición) o PEP.
  • Estrategias de educación y sensibilización para reducir estigmas y barreras sociales.

El rol del condón

El condón sigue siendo una de las herramientas más efectivas y accesibles para la prevención. Su uso correcto protege tanto del VIH como de otras ITS. Además, no requiere receta médica y está disponible en múltiples presentaciones.

Lejos de ser una limitación, el condón es un recurso que brinda seguridad y confianza en la relación sexual, lo que permite disfrutar con menos preocupaciones.

La importancia de la prueba de VIH e ITS

Muchas ITS, incluido el VIH, pueden no presentar síntomas en sus etapas iniciales. Por eso, hacerse la prueba regularmente es fundamental para conocer el estado de salud.

Tratamiento y prevención: I=I

En las personas que ya viven con VIH, seguir el tratamiento de manera adecuada no solo mantiene la salud estable, sino que también previene la transmisión. Cuando la carga viral es indetectable, el virus no se transmite por vía sexual. Este principio se conoce como I=I (Indetectable = Intransmisible).

La prevención combinada no se reduce a medicamentos o métodos físicos. También implica derribar estigmas, hablar abiertamente de sexualidad y garantizar espacios donde nadie sea juzgado por pedir información o apoyo.

La educación en salud sexual es clave para que cada persona se sienta capaz de tomar decisiones libres y responsables. Cuando se cuenta con acompañamiento profesional y sin prejuicios, la prevención se convierte en un camino más sencillo y natural.

El futuro de la prevención

Las estrategias de prevención seguirán evolucionando con los avances científicos y con los cambios sociales. Sin embargo, el principio seguirá siendo el mismo: la mejor forma de cuidarse es contar con distintas herramientas y usarlas de manera consciente.

La prevención combinada no impone, sino que habilita. Reconoce que cada persona vive su sexualidad de manera distinta y que merece opciones seguras, accesibles y respetuosas de su realidad.