Durante las cuatro últimas décadas, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública y seguridad mundial, que ha devastado comunidades, familias, personas y puesto en riesgo la estabilidad de diversos países y regiones. Desde sus inicios, la pandemia ha sido un fenómeno social que ha evidenciado la fragilidad de las relaciones y los derechos de las personas.