Vacunas para Personas con VIH: Importancia y Eficacia Comprobada

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Sheila

La crisis sanitaria mundial ha dejado muy clara la importancia de las vacunas para salvar vidas. Aunque con mucha frecuencia se relaciona a estas sustancias con los niños pequeños, no hay que olvidar que también personas adultas necesitan inmunizarse contra ciertos gérmenes. Esto es verdad también para quienes viven con VIH.

Ya que las vacunas, en general, se utilizan para estimular al sistema inmunológico y que así pueda combatir a ciertos microorganismos en el futuro, han surgido ciertas dudas sobre si una persona con VIH, un virus que ataca precisamente el sistema inmunológico, debe o no recibir vacunas. Aquí te lo aclaramos.

Inmunización en Adultos con VIH: Estrategias y Recomendaciones

Las vacunas están diseñadas para “entrenar” al sistema inmunológico para que sea capaz de reconocer, y entonces, combatir a algunos gérmenes que dañan la salud. De esta manera, cuando la enfermedad se presenta, el cuerpo ya tiene una estrategia para responder a esa invasión y eliminar al microorganismo. Así, se logra evitar por completo la enfermedad o la persona afectada sólo presentará un cuadro leve de ésta.

A pesar de todo lo que se ha especulado sobre las diversas vacunas disponibles, éstas han probado ampliamente su eficacia y también han demostrado ser seguras, es decir, que no causan daño. En algunos casos sí pueden provocar efectos secundarios, pero éstos generalmente se reducen a molestias en el sitio de la inyección y fiebre que dura poco tiempo.

Y si se ve desde una perspectiva más amplia, las vacunas benefician no sólo a las personas en lo individual, sino a toda la comunidad, ya que reducen el riesgo de que se desaten epidemias generalizadas.

Prevención y VIH: Vacunas Clave para la Comunidad con VIH

Para el caso del VIH, por ejemplo, todavía no se ha desarrollado una vacuna, por lo que aún no es posible proteger a la población mediante esta estrategia. No obstante, las personas que ya tienen el VIH sí pueden recibir otras vacunas que les ayudarán a mantenerse más saludables y a evitar complicaciones, igual que el resto de la población general.

De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), las personas con VIH pueden inmunizarse (vacunarse) contra varias enfermedades o infecciones, principalmente:

  • Hepatitis B
  • Virus del papiloma humano (VPH), especialmente en edades jóvenes
  • Influenza
  • Enfermedad meningocócica (una infección aguda y grave que puede causar meningitis, es decir, inflamación de las membranas que rodean al cerebro)
  • Neumonía neumocócica (un tipo de neumonía causada por el estreptococo pneumoniae, también llamado neumococo)
  • Tétanos, difteria y tosferina (que por lo regular se conjuntan en una sola vacuna, conocida como TDT)

El equipo médico que atiende a las personas con VIH puede evaluar si suministra otras vacunas además de estas, siempre de acuerdo con la edad de la persona, su historial de vacunación, sus factores de riesgo o ciertas condiciones que tienen que ver con el VIH.

Si bien las vacunas han sido ampliamente probadas y han resultado seguras de utilizar, siempre es recomendable que las personas con VIH hablen con su equipo médico para saber qué vacunas pueden recibir y en qué momento.

Vacunación en Viajes: Consejos y Requisitos

Muchos lugares del planeta tienen enfermedades endémicas, es decir, características de una región geográfica en específico, por lo que con frecuencia se recomienda a los viajeros vacunarse contra dichas enfermedades.

Más aún, con frecuencia, los lugares que presentan estos riesgos exigen como requisito la vacunación para ingresar al país. El cólera y la fiebre amarilla son sólo algunos ejemplos de estas enfermedades.

Si vives con VIH y tienes planeado viajar a una región que exige vacunación, acércate a tu equipo médico para saber qué vacunas puedes aplicarte, además de las que son requisito, para cuidar mejor de tu salud durante tu viaje.

Y recuerda que un sistema inmunológico fuerte será eficaz al protegerte, y éste sólo se logra con un tratamiento antirretroviral adecuado. Si tuviste que suspender tu tratamiento o si todavía no lo inicias, en AHF América Latina y el Caribe podemos ayudarte, sólo acércate a nuestras oficinas, estamos en 11 países de la región.