Los Principios de Denver, un manifiesto de las personas con sida

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Tina Gutiérrez

En 1983, en el marco de la Conferencia Nacional sobre Sida de Estados Unidos, el Comité Asesor de Personas con Sida redactó y presentó un documento que nombró como los Principios de Denver, una declaración histórica sobre los derechos y demandas de las personas que vivían con el VIH/sida en ese momento.

Los Principios de Denver se convirtieron en un hito y sentaron las bases para el movimiento de defensa y activismo de las personas afectadas por el virus, además de que tuvieron un impacto significativo en la respuesta a la epidemia de VIH en todo el mundo.

Personas con VIH alzando la voz

Cabe recordar que en 1981 se habían documentado en Estados Unidos los primeros casos de lo que después se llamaría sida. A partir de ese momento, la epidemia creció a un ritmo acelerado, especialmente entre hombres gays y bisexuales, y entre personas que de alguna forma u otra estaban vinculadas con el (entonces) comercio de la sangre.

Así, para 1983 se había logrado convocar a una conferencia nacional que abordara el tema, pero no sólo desde la perspectiva médica, sino también social, esto con la participación de un grupo de personas directamente afectadas por la infección de VIH, que en aquel entonces evolucionaba rápidamente a sida.

En este contexto, los Principios de Denver comienzan con la declaración: “Condenamos los intentos de etiquetarnos como ‘víctimas’, un término que implica derrota, y sólo somos ocasionalmente ‘pacientes’, un término que implica pasividad, indefensión y dependencia de la atención de otros. Somos personas con sida”.

Esta exigencia y la reafirmación de los derechos de las personas con VIH/sida fueron la base de su manifiesto que incluía, entre otros puntos:

  • Autodeterminación: Las personas con VIH/sida tienen el derecho de participar plenamente en las decisiones relacionadas con su atención médica y tratamiento.
  • Acceso a la información: Las personas con VIH/sida tienen derecho a recibir información precisa, clara y comprensible sobre la enfermedad, el tratamiento y los recursos disponibles.
  • No discriminación: Las personas con VIH/sida tienen el derecho de vivir sin ser estigmatizadas, discriminadas o marginadas debido a su estado serológico o su orientación sexual.
  • Privacidad y confidencialidad: Las personas con VIH/sida tienen el derecho de mantener la confidencialidad de su estado serológico y de su información médica, así como de proteger su privacidad en todos los aspectos de su vida.
  • Participación y colaboración: Las personas con VIH/sida tienen el derecho de ser incluidas en los procesos de toma de decisiones y de colaborar con los profesionales de la salud y las autoridades en la formulación de políticas y programas relacionados con el VIH/sida.

Los Principios de Denver jugaron un papel fundamental en la lucha contra la estigmatización y el trato injusto hacia las personas afectadas por la infección, y ayudaron a empoderar a las personas afectadas para abogar por sus derechos y necesidades, convirtiendo así a esta población en uno de los grupos más presentes y activos en todo lo relacionado con su propia condición.

Mucho trabajo pendiente

Para conmemorar el 40º aniversario de la creación de este manifiesto, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) difundió un texto basado en un escrito de Sean Strub, exdirector ejecutivo de la organización estadunidense The Sero Project, titulado “Una breve historia del movimiento de autoempoderamiento” (A Brief History of the Self-Empowerment Movement).

En él, se reconoce que hoy en día, el mundo ha experimentado cambios importantes. A pesar del progreso logrado en muchas áreas de la respuesta al VIH, el estigma, la discriminación y las desigualdades persisten y siguen perjudicando la vida de millones de personas que viven con VIH o se ven afectadas por él. 

Sobre si los Principios de Denver tuvieron un impacto en la vida de las poblaciones más afectadas por el VIH en los últimos 40 años, o si la época actual amerita una revisión y una actualización del Principio de Participación de las personas afectadas, algunos activistas del VIH evaluaron la situación actual.

Por ejemplo, Erika Castellanos, Directora Ejecutiva de Acción Global para la Igualdad Trans (GATE), consideró que “los Principios de Denver fueron la base de la Política de Participación, que nos colocó a nosotros, las personas que viven con el VIH, en el centro de la respuesta. Nos dio voz, nos dio un asiento en la mesa. Hoy en día, ya no es suficiente; es hora de evolucionar de tener un asiento en la mesa a ser los líderes de la mesa, los líderes en la respuesta al VIH.”

Por su parte, Rodrigo Olin, Copresidente de la Junta Directiva de la organización GNP+, lamentó que “cuarenta años después de esta declaración, las personas con el VIH todavía somos tratadas y consideradas continuamente como pacientes; entidades pasivas que no tienen voz en nuestros tratamientos y en los efectos en nuestros cuerpos, como si fuéramos agentes pasivos”.

En AHF América Latina y el Caribe sabemos que la voz de las personas con VIH y las comunidades afectadas debe resonar fuerte y claro en la toma de decisiones. Por esto, trabajamos cada día con estas comunidades para brindar servicios de VIH con calidad a todas las personas que los necesiten. Si todavía no nos conoces, busca nuestras oficinas en tu país y hazte una prueba de VIH gratis.