Tengo síntomas de resfriado o gripe, ¿ahora qué?
Recordatorio: Algunos de los síntomas más comunes de COVID-19 son dolores de cuerpo, dolores de cabeza, dolor de garganta, congestión o escurrimiento nasal, tos o diarrea, los cuales no necesariamente están presentes al mismo tiempo, y que también son comunes en padecimientos causados por otros virus respiratorios. La pérdida del olfato o del gusto son más específicos de COVID-19. ¡La presencia de por lo menos unos de estos síntomas ya amerita la necesidad de aislarse para romper con la cadena de transmisión!
Debes mantenerte en aislamiento, descansar, mantenerte bien hidratado, alertar a la gente con quien tuviste contacto durante los días anteriores, y buscar atención médica si existe alguna señal preocupante.
Las pruebas de laboratorio NO influyen sobre estas indicaciones, pero el resultado de una prueba de “PCR”, o de antígenos/flujo lateral para SARS-CoV-2, ayuda a confirmar que en efecto se está infectado con el virus y se padece de COVID-19. La sensibilidad de las pruebas de laboratorio para COVID-19, refiriéndose a la habilidad de una prueba de detectar casos positivos entre la gente afectada por COVID-19, no son de 100%. Esto significa que muchas personas enfermas infectadas con SARS-CoV-2 obtendrán un resultado negativo en la prueba, pero aun así deben mantenerse en aislamiento y mantenerse al tanto de las señales de alerta. Éstas son las recomendaciones dentro de la actual situación epidemiológica (Enero 2022).
Pero, tengo síntomas y me gustaría hacerme una prueba de COVID-19, ¿qué prueba debería hacerme?
Puedes hacerte una prueba de antígenos de SARS-CoV-2 (el virus causante de COVID-19). Estas pruebas también son conocidas como pruebas diagnósticas rápidas o pruebas de flujo lateral, y pueden llevarse a cabo en centros de pruebas, además de estar extensamente disponibles como pruebas para hacer uno mismo en casa. Generalmente obtendrás el resultado dentro del lapso de una hora.
También puedes ir a un centro calificado y realizar una prueba “PCR” de SARS-CoV-2 (prueba que recolecta secreciones de la parte nasofaríngea). Los resultados de esta prueba toman entre 24 y 48 horas, ésta es altamente sensible y da un resultado preciso el 99% de las veces.
Ambas pruebas dan los mejores resultados si son hechas entre 3 y 5 días después de que aparecen los síntomas.
Actualmente, dado el incremento masivo de infecciones a nivel global, la recomendación en caso de haber síntomas sospechosos (mencionados arriba) es hacer una prueba de antígenos, y de resultar positiva, considerar que en efecto se tiene COVID-19 y seguir los procedimientos recomendados localmente de aislamiento/cuarentena.
Recuerda:
Las pruebas de anticuerpos que miden niveles de IgG y/o IgM contra SARS-CoV-2 (COVID-19) no deberían ser realizadas. NO SON ÚTILES para demostrar un contagio activo NI SON ÚTILES para evaluar las reacciones a las vacunas. Éstas se mantienen reservadas para la investigación científica y sondeos epidemiológicos.
He tenido contacto (en lugares cerrados y sin cubrebocas) con alguien asintomático y/o que tiene COVID-19. Yo soy asintomático (sin síntoma alguno), ¿qué debo hacer?
Todas las personas asintomáticas (vacunadas o no vacunadas) con exposición potencial o conocida deben monitorear sus síntomas durante 14 días. En este caso, cuando no hay síntomas, las pruebas diagnósticas pierden mucha de su sensibilidad (su habilidad de identificar a personas que sí están infectadas y con riesgo de transmitir el virus).
En personas que han estado expuestas al SARS-CoV-2, el uso de pruebas, en general, no es útil durante las primeras 48 horas después de la exposición, ya que el virus no habrá alcanzado aún una carga viral suficiente. Se considera en general que el momento más apropiado para hacerse una prueba es de 5 a 7 días después de la exposición, que es cuando en promedio la carga viral y los síntomas son mayores.
Respecto al aislamiento:
Estamos experimentando un incremento mayor en el número de casos de COVID-19 y de infecciones de otros virus respiratorios. La mayoría de la evidencia científica sólida apoya la recomendación de que gente con sospecha de COVID-19 o con un resultado positivo de una prueba PCR o de antígenos para SARS-CoV-2 (el virus causante de COVID-19), deben aislarse por 10 díasA desde que se presentan los primeros síntomas. Respecto a las personas sin síntomas (asintomáticos), el periodo de aislamiento debe comenzar en la fecha en que se obtiene el resultado de la prueba. Personas sintomáticas pueden dejar de aislarse después del día 10A después de los primeros síntomas, siempre y cuando los síntomas hayan mejorado y se encuentren sin fiebre por lo menos por 24 horas.
Muchos países han acortado el tiempo recomendado de aislamiento de 10 a 7 días (EE. UU.) o incluso a 5 días (Reino Unido), principalmente con el propósito de mantener a la gente el tiempo más corto posible sin trabajar o fuera de las escuelas. La otra cara de la moneda es que una minoría de las personas infectadas podrían continuar transmitiendo el virus entre el día 5 y día 10 después de los primeros síntomas.
De cualquier forma, las recomendaciones locales con respecto al aislamiento deberían ser seguidas, ya que las características de la pandemia varían ampliamente entre distintas regiones y países.
Si obtengo un resultado positivo en la prueba de COVID-19 y sólo tengo síntomas leves que se resuelven rápidamente, ¿puedo acortar el periodo de aislamiento?
Dado el alto nivel de incertidumbre respecto al periodo de transmisibilidad de la cepa actualmente dominante de SARS-CoV-2 Ómicron (causante de COVID-19), y de acuerdo con la evidencia que sugiere una mayor transmisibilidad de ésta, reducir el periodo de aislamiento puede contribuir en el corto plazo al actual incremento agudo de casos.
Debes recordar que las personas infectadas pueden continuar transmitiendo el virus entre el día 5 y 10 después de los primeros síntomas, incluso si ya no hay ningún síntoma presente. Recomendamos adherirse a los lineamientos locales, pero en el caso de ciertas categorías de trabajadores esenciales, quienes son altamente requeridos, una prueba de antígenos negativa o 2 pruebas de antígenos negativas consecutivas cuando ya no hay síntomas, pueden asegurar que ya no se está transmitiendo el virus y permitirles regresar al trabajo/escuela, siempre y cuando se apeguen estrictamente al distanciamiento adecuado y uso de mascarillas FFP2.
Referencia: Rapid Diagnostic Testing for SARS-CoV-2. Paul K. Drain, M.D., M.P.H. The New England Journal of Medicine. January 7, 2022, at NEJM.org. DOI: 10.1056/NEJMcp2117115
Esta pieza comienza con una viñeta de un caso resaltando un problema clínico común. Evidencia que apoya varias estrategias es consiguientemente presentada, seguido de una revisión de lineamientos formales, en caso de haberlos. Este artículo termina con las recomendaciones clínicas del autor.
Entendemos que, en una situación de contingencia de personal, habrán de tomarse medidas que re-evalúen a las personas asintomáticas (gente SIN señales o síntomas – sin fiebre, sin dolor de cabeza, sin escurrimiento nasal, sin tos, entre otros), especialmente en centros relacionados con la salud. Ya hemos aprendido de esta pandemia que la disrupción a los servicios de salud tiene un impacto negativo en la salud de la gente. En particular las personas que viven con VIH ya sufren los impactos negativos de la interrupción a los servicios esenciales para su cuidado, y éstos deben organizarse para mantener sus puertas abiertas.
En una situación de pandemia es importante pensar que, si la minoría de las personas infectadas continúan transmitiendo el virus entre los días 5 y 10 después del comienzo de la enfermedad, 10% de acuerdo con un estudio realizado en JapónB, este 10% de muchas personas infectadas puede representar muchísima gente, lo que contribuye a la continuidad de la cadena de transmisión, el colapso de los sistemas de salud, y el riesgo de nuevas cepas o variantes.
Active epidemiological investigation on SARS-CoV-2 infection caused by Omicron variant (Pango lineage B.1.1.529) in Japan: preliminary report on infectious period. National Institute of Infectious Diseases Disease Control and Prevention Center, National Center for Global Health and Medicine