¿En verdad estamos cerca de acabar con el sida?

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Sheila

La pregunta de si estamos cerca de acabar con el sida se la ha hecho la humanidad desde hace décadas. Los avances en la investigación, la prevención y el tratamiento han sido significativos, y es verdad que hoy estamos en un punto mucho más adelantado que hace diez o veinte años. 

Sin embargo, vale la pena analizar más a fondo la situación actual para poder afirmar, con bases, que estamos ganándole al sida como una preocupación de salud global.

Avanzamos para acabar con el sida

Lo primero que debemos recordar es que el sida no es lo mismo que el VIH. Este último es el virus que ataca al sistema inmunitario. Cuando una persona con VIH no recibe el tratamiento adecuado, puede llegar hasta una etapa avanzada llamada sida, en la que una infección oportunista podría costarle la vida.

Por fortuna, hoy existe el tratamiento antirretroviral. Desde que se desarrollaron los primeros medicamentos, la vida de las personas con VIH se transformó radicalmente. El acceso a los tratamientos ha salvado a millones de personas y su calidad de vida ha mejorado mucho, al mismo tiempo que se ha reducido de forma drástica la mortalidad asociada al sida.

Indetectable=intransmisible

Otro de los pasos más importantes que se han dado frente al VIH es el tratamiento como prevención. Esto significa que el tratamiento antirretroviral no solo permite que quienes lo toman puedan llevar una vida saludable, sino que también ayuda a reducir la transmisión del virus, ya que las personas que logran una carga viral indetectable no pueden transmitir el VIH.

Lo anterior es un principio que se ha denominado “indetectable=intransmisible” (I=I), que afirma que una persona con VIH con carga viral indetectable tiene 0% de probabilidad de transmitir el virus a través de las relaciones sexuales. Este enfoque ha revolucionado la prevención y ha permitido disminuir el estigma en torno a esta condición de salud. 

Se necesitan recursos para acabar con el sida

A pesar de los logros médicos y científicos, el principal desafío para acabar con el sida es lograr que todas las personas con VIH tengan acceso al tratamiento antirretroviral, de modo que se obtengan los beneficios de los medicamentos a nivel individual y comunitario. Pero para eso hace falta destinar los recursos necesarios.

Es en este punto donde los gobiernos, las empresas farmacéuticas y algunas entidades oficiales no han mostrado un compromiso pleno. Aunque todos los países miembros de la ONU firmaron, en 2021, una declaración política para acabar con el sida en 2030, este acuerdo no siempre se refleja en los presupuestos. 

Un ejemplo claro es el caso de Argentina, donde el gobierno del presidente Javier Milei, en su proyecto de ley de presupuesto 2025, ha propuesto un recorte del 76% a la respuesta al VIH, las hepatitis virales, las infecciones de transmisión sexual y la tuberculosis.

Tan solo en el rubro de VIH, esto limitaría drásticamente la compra de tratamiento antirretroviral y pruebas de carga viral y células CD4, que son claves para monitorear la salud de quienes viven con el virus. La escasez ya comenzó a sentirse durante este 2024, cuando los faltantes de algunos medicamentos, de pruebas de seguimiento y hasta de condones han sido una constante.

Para acabar con el sida, queda mucho por hacer

Todo lo anterior nos recuerda que no hay que bajar la guardia. Si bien el tratamiento antirretroviral puede controlar la infección, no consigue eliminarla. Esto implica que, si se dejan de tomar los medicamentos, el virus puede mutar y generar resistencia al tratamiento, además de que la transmisión se volvería nuevamente posible.

Otro de los grandes pendientes es lograr que los avances médicos más recientes, disponibles en los países desarrollados, lleguen a todos los contextos sociales, ya que la mayor parte de los nuevos casos de VIH se registran en países en vías de desarrollo.

Las políticas públicas y la inversión en salud son dos puntos de partida que no se pueden eludir si se quiere acabar con el sida en el planeta. La respuesta al VIH requiere de compromiso y colaboración globales, además de una distribución más equitativa de los recursos.

Por ello, aunque no podemos afirmar que estamos a punto de acabar con el sida,  los avances son innegables y marcan la pauta para que el VIH se convierta en una condición crónica, manejable y sin transmisión. Lo más importante es no retroceder.

Recuerda que en AHF América Latina y el Caribe ofrecemos servicios de VIH para todas las personas, sin discriminación. Si quieres hacerte una prueba de detección gratuita, localiza nuestras oficinas en tu ciudad o escríbenos por Whatsapp, estamos en 12 países de la región.