Eyacular prematuramente puede significar un problema importante para los hombres que lo viven. La situación puede ser frustrante y vergonzosa. Tiene un efecto “bola de nieve”, pues entre más sucede, más angustia genera y es esa angustia la que promueve más episodios de eyaculación precoz. Conoce cómo puedes apoyarte del condón.
Entendiendo la Eyaculación Precoz
Por lo general, se entiende la eyaculación precoz como una eyaculación demasiado pronta. Sin embargo, ¿alguien ha medido con cronómetro en mano cuándo es “demasiado pronto”?
No hay un parámetro que indique si el coito debe durar 5 minutos, media hora o dos horas, el tiempo que tome es infinitamente variable según las personas, las circunstancias y las prácticas.
Por todo esto, es mejor hablar de la eyaculación precoz como una carencia de control sobre la expulsión del semen (muchas veces simultánea al orgasmo masculino). Es decir, si el varón detecta que aumentan las ganas de eyacular, pero no es capaz de relajarse y detener el impulso, es esa pérdida de control lo que se considera eyacular precozmente.
Si tú deseabas que tu orgasmo se retrasara más y no lo conseguiste, entonces era demasiado pronto para ti (y quizás, para tu pareja, pero no necesariamente).
El Papel de la Mente en la Eyaculación Precoz
La falta de control sobre la eyaculación tiene, la mayoría de las veces, un origen psicológico y no orgánico. Algunos hombres se angustian porque no saben si tendrán un “buen desempeño” sexual, y el gran deseo de satisfacer a su pareja los estresa demasiado. Paradójicamente, esta preocupación por “quedar bien” influye para obtener el resultado exactamente contrario.
Para solucionar el problema y tratar de sentirse más confiados, muchos hombres buscan todo tipo de remedios para retrasar la eyaculación. Las llamadas “cremas retardantes” contienen principalmente anestésicos locales, los cuales sí acabarán con los estímulos sexuales, pero lo más seguro es que lo hagan a tal grado que el varón ya no sienta nada y pierda la erección. Sin erección no hay eyaculación, pero tampoco coito.
El Condón: Tu Herramienta para el Control
Un remedio fácil, asequible y que además te proporciona protección contra infecciones es el condón. Pero no cualquier condón, sino aquéllos que son más gruesos, para que realmente disminuyan la sensación en la piel del pene.
Así es, aquello que muchos hombres utilizan como pretexto para no usar condones puede actuar a tu favor y brindarte otros beneficios adicionales, ya que además de sentirte más confiado por esa ayuda extra, puedes estar tranquilo de que te protegerás contra infecciones de transmisión sexual (ITS) como el VIH y otras.
También puedes encontrar otras opciones como los condones que prometen un efecto retardante, pero debes tener cuidado pues si la sustancia que se encuentra mezclada con el lubricante tiene algo de anestesia, tu pareja también sufrirá las consecuencias. Y pensándolo así, no tiene mucho sentido prolongar una penetración donde ninguno de los dos está sintiendo nada.
Buscar Ayuda Profesional: Terapeutas y Sexólogos
La eyaculación precoz es un problema relacionado con la ansiedad, que proviene de ella pero también la genera. Por esto, es fundamental que acudas con algún especialista para solucionar la situación. Dicho especialista puede ser un terapeuta sexual que te ayude a aclarar tus temores y prejuicios para vivir una sexualidad más sana, o bien, un médico sexólogo que trate esta afección.
Lo importante es que sepas identificar si la eyaculación precoz es un problema que afecta tu vida sexual, y que luego busques la forma de solucionarlo de raíz. Pero mientras tanto, nadie podría desaconsejarte usar condón, no sólo para prolongar un poco más tus relaciones sexuales, sino también para ser la barrera que te evitará una ITS.
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