Un hombre de 38 años de edad, quien se encontraba recluido en una cárcel de California, Estados Unidos, perdió la vida debido a que le fueron negados los medicamentos antirretrovirales por parte del personal médico de la prisión.
Nicholas Overfield, quien vivía con VIH, fue trasladado a dos hospitales y un centro de cuidados paliativos, pero después falleció, hecho que ha llevado a su madre, Lesley Overfield, a presentar una demanda por muerte injusta contra el condado de El Dorado y Wellpath Community Care, LLC, la entidad encargada de la prestación de servicios de salud en la prisión.
Dos meses sin tratamiento
Overfield fue arrestado en febrero de 2022 por no presentarse a un juicio, comunicó a los agentes en el momento de su detención que vivía con VIH y la necesidad de recibir su tratamiento antirretroviral. A pesar de que su madre entregó el medicamento a las autoridades, documentos judiciales indican que durante los dos meses que permaneció en reclusión, nunca recibió el tratamiento.
El sitio web Spanish Revolution relata que la situación llegó a su punto más crítico cuando, el 22 de abril de 2022, se encontraba tan debilitado que tuvo que ser llevado en silla de ruedas para reunirse con su madre en una sala de visitas, donde su estado desorientado y su incapacidad para comunicarse dejaron a la familia preocupada.
La demanda presentada por Lesley Overfield acusa al condado y a Wellpath de violar los derechos constitucionales de su hijo y de infligir un sufrimiento extremo e innecesario. El abogado de derechos civiles Patrick Buelna, del despacho Pointer & Buelna LLP, condena las fallas sistemáticas de Wellpath en proporcionar atención médica básica a los detenidos, calificando el caso como un patrón perturbador que evidencia el desprecio de Wellpath por la salud y el bienestar de las personas que se encuentran bajo custodia.
Otros casos similares
Este incidente no es un caso aislado, ya que Wellpath ha sido objeto de al menos 140 demandas desde 2016 por negligencia médica, violación de derechos civiles y muerte injusta en las cárceles de California, según informes del diario The Sacramento Bee.
Algunos de estos casos involucran a personas con VIH que no recibieron tratamiento adecuado, resaltando una alarmante tendencia de la empresa a no cumplir con sus responsabilidades en la prestación de servicios médicos penitenciarios.
En un contexto más amplio, la situación plantea preguntas sobre la calidad de la atención médica en cárceles y la responsabilidad de garantizar el acceso adecuado a medicamentos para personas con VIH. La negación de tratamiento a personas con VIH en entornos de reclusión no solo representa una violación de sus derechos humanos, sino también una amenaza para la salud pública, en especial considerando la vulnerabilidad de las personas en reclusión, que están expuestas a infecciones y violencia.
De acuerdo con los abogados, la demanda busca justicia para Nicholas Overfield y su familia, al tiempo que aspira a prevenir futuros casos de trato inhumano en el sistema de justicia penal en California y en todo Estados Unidos.
Personas reclusas tienen derecho a la salud
Las personas con VIH en situación de reclusión tienen derechos fundamentales que deben ser respetados para garantizar un trato justo y humano, alineado con los principios de derechos humanos. Entre estos derechos, destaca el acceso ininterrumpido a la atención médica adecuada, incluido el suministro continuo de medicamentos antirretrovirales esenciales.
Negar a las personas con VIH su tratamiento no solo constituye una violación de sus derechos individuales, sino que también representa una amenaza significativa para su salud y bienestar general.
Además, las personas con VIH tienen el derecho a no ser discriminadas por su condición de salud, incluso en el entorno penitenciario. La discriminación basada en el estatus de VIH no solo contradice los principios de igualdad y no discriminación consagrados en los derechos humanos, sino que también contribuye a crear un entorno más propenso a la estigmatización y, por ende, a la propagación de la infección.
Recuerda que en AHF América Latina y el Caribe trabajamos día con día para llevar servicios de VIH a la mayor cantidad de personas posible. Si quieres hacerte una prueba de detección o necesitas iniciar tu tratamiento, acércate a nuestras oficinas, estamos en 11 países de la región.