Hablar sobre infecciones de transmisión sexual (ITS) con una pareja sexual puede ser incómodo, incluso intimidante. Sin embargo, más allá de una exigencia moral o legal, es un gesto de respeto y cuidado hacia ti y hacia las personas con las que compartes. Avisar a tus parejas sexuales que tienes una infección no debería ser visto como una obligación que genera miedo o vergüenza. Más bien, como una oportunidad para cortar las cadenas de transmisión y ayudar a que otras personas tomen el control de su salud.
Ahora bien, uno de los puntos clave que a veces olvidamos es que el cuidado de nuestra salud sexual siempre debe comenzar por nosotros mismos. Cuando hablamos de prevención de infecciones de transmisión sexual, el uso de herramientas como los condones, el testeo regular y la comunicación clara no deben estar condicionados a lo que la otra persona hace o deja de hacer. Es fundamental asumir la responsabilidad de nuestras propias decisiones y prácticas sexuales.
Hoy vamos a cuestionar por qué muchas veces se plantea esta situación desde un enfoque alarmista y estigmatizante. También exploraremos cómo darle un giro positivo y realista a esta conversación, entendiendo que avisar a una pareja sexual sobre una infección de transmisión sexual es un acto de cuidado mutuo.
Desafiar la exigencia moral
Es común pensar que cuando se trata de infecciones de transmisión sexual, hay una «obligación» moral de avisar. Muchas veces se presenta como una responsabilidad casi «policial», donde la persona que vive con una ITS tiene que «advertir» o «castigar» a otras personas para evitar la transmisión. Este enfoque suele poner a las personas en un lugar incómodo, generando más miedo y culpa que soluciones reales.
Lo cierto es que vivir con una ITS no te convierte en una mala persona ni en alguien irresponsable. Las infecciones son comunes, y todos estamos expuestos a riesgos en nuestras vidas sexuales. La clave está en manejar esta información de manera responsable y comprensiva, reconociendo que hablar de una ITS no es un castigo ni una obligación moralista. Se trata, más bien, de un acto que beneficia a todos los involucrados.
Cortando las cadenas de transmisión de infecciones de transmisión sexual
Avisar a tus parejas sexuales que tienes una ITS es una manera directa y efectiva de cortar las cadenas de transmisión. Si las personas están al tanto de su estado de salud, pueden tomar medidas para tratarse, protegerse y, sobre todo, evitar la transmisión de la infección. El tratamiento de las ITS ha avanzado muchísimo, y muchas de ellas son tratables o manejables si se detectan a tiempo.
Piensa en ello como un círculo de cuidado: al hablar con tu pareja sexual, le estás dando la oportunidad de cuidarse, tratarse si es necesario y evitar posibles complicaciones. Es un gesto de responsabilidad que refuerza una cultura de cuidado mutuo, donde la información y la prevención son clave para mantener una salud sexual saludable y libre de estigmas.
Crear una conversación abierta y positiva sobre las infecciones de transmisión sexual
Entonces, ¿cómo se inicia esa conversación tan temida? Lo primero es dejar de pensar en ello como algo vergonzoso o que debería ser oculto. Hablar sobre una ITS es simplemente hablar sobre salud, tal como lo harías si tuvieras cualquier otra condición que pudiera afectar a alguien más. La honestidad y la apertura son fundamentales. Y aunque la conversación puede ser incómoda, es preferible hacerlo de una manera clara y directa, sin rodeos ni alarmismo.
Puedes empezar diciendo algo como: «Oye, creo que es importante hablar sobre esto. Me han diagnosticado con (nombre de la ITS), y aunque ya estoy tomando medidas para tratarlo/cuidarlo, quiero que sepas para que puedas también cuidar tu salud.»
Recuerda que no estás solo en esta situación. Millones de personas alrededor del mundo han tenido que enfrentar una conversación similar, y lo importante es que estamos avanzando hacia un mundo donde hablar de salud sexual sea parte de la norma, sin prejuicios ni estigmas.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué pasa si mi pareja reacciona mal?
Es natural tener miedo de cómo puede reaccionar tu pareja, pero recuerda que su reacción no define tu valor como persona. Si alguien no puede manejar esta conversación de manera madura y respetuosa, es un reflejo de ellos, no de ti.
2. ¿Tengo que avisar si la ITS está bajo control?
Aunque algunas ITS pueden ser manejadas con tratamiento, sigue siendo importante que tu pareja esté al tanto. Incluso si la infección está controlada, la transparencia es esencial para que ambos puedan tomar decisiones informadas sobre cómo protegerse.
3. ¿Y si me da mucha vergüenza hablar de esto?
Es completamente normal sentir vergüenza, pero piensa en el bien mayor. Esta conversación puede ser incómoda al principio, pero a largo plazo, estarás promoviendo una vida sexual más saludable y segura, tanto para ti como para tus parejas.
Conclusión: Cuidarse es cuidar de otros
Es crucial evitar caer en el alarmismo y el enfoque de «persecución» cuando hablamos de informar a nuestras parejas sobre una ITS. En ningún caso esta acción debe interpretarse como una forma de poner en peligro la vida o los derechos humanos de las personas. De hecho, debemos ser conscientes de que en algunos contextos, las personas que viven con ITS (especialmente quienes viven con VIH) pueden enfrentarse a situaciones de discriminación y violencia.
Avisar a una pareja sexual sobre una ITS no es una sentencia ni un juicio moral, sino un gesto de responsabilidad y cuidado. Al mantener una conversación abierta y honesta, estás ayudando a cortar cadenas de transmisión y permitiendo que otras personas también tomen el control de su salud sexual.
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