La información sobre sexualidad no solo ayuda a tener una vida erótica más segura, plena y satisfactoria, sino que, literalmente, puede salvar vidas. Cuando las niñas y las adolescentes aprenden sobre el funcionamiento de su cuerpo, sus derechos y las leyes quelas protegen, pueden identificar situaciones de violencia sexual, psicológica y de género.
Por esto es tan importante que exista en la escuela una educación sexual integral, que hable no solo del aspecto biológico, sino también de la salud emocional que se ve involucrada en una relación de pareja.
Las niñas necesitan información
Cada vez se investiga más sobre los beneficios que puede traer la educación sexual, ya que no solo ayuda a reducir el número de embarazos no deseados y la transmisión del VIH, sino también la violencia de género.
“Educar es una forma segura y eficaz de proteger y empoderar a las personas jóvenes, y de promover la igualdad de género”, señala el artículo Educación Sexual Integral, Clave para un Mejor Mañana, publicado en 2023 por 52 firmantes, encabezados por el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo; la exministra de Desarrollo Social de Sudáfrica, Lindiwe Zuli, y la directora ejecutiva de la organización africana FEMNET, Memory Zonde-Kachambwa.
En ese artículo se hace énfasis en la urgencia de implementar programas de educación sexual para evitar que muchos adolescentes y jóvenes se queden sin acceso a información “potencialmente vital” que podría ayudarles a tomar decisiones más saludables sobre sus cuerpos, sus vidas y sus relaciones.
Salvar vidas a través de la educación
Cuando las jóvenes no cuentan con información sobre salud sexual y reproductiva e igualdad de género, corren un mayor riesgo de adquirir VIH o tener un embarazo no deseado. Esto no sólo podría limitar sus opciones futuras, sino también poner sus vidas en peligro, ya que las complicaciones del embarazo y el parto son una de las principales causas de muerte entre mujeres adolescentes a nivel mundial.
Cuando la educación sexual no llega a las personas jóvenes, florecen prácticas y creencias perjudiciales, como la discriminación de género. El ambiente social donde prevalece esta discriminación puede llevar a un aumento de la violencia sexual y de género. Esto se podría contrarrestar si se brindara educación sexual integral y las niñas y adolescentes supieran que la violencia no es normal, y que tienen derecho a una vida libre de ella.
Para salvar vidas, hacen falta más esfuerzos
En muchos países existe una gran desinformación sobre la educación sexual y lo que significa. Esto está llevando a los gobiernos a negarse a apoyar las iniciativas en torno a este tema.
Pero la realidad es que no se trata de inducir a niñas, niños y adolescentes a iniciar su vida sexual, sino de darles herramientas y conocimientos para que cuiden mejor su cuerpo y su salud mental, en caso de que decidan tener relaciones sexuales.
De hecho, la educación sexual puede empoderar a las jóvenes y adolescentes para que conozcan sus derechos, tomen decisiones saludables, permanezcan en la escuela y progresen. No es contraria a los esfuerzos de las familias, instituciones de salud y gobiernos para informar y proteger a las jóvenes, sino que los apoya y refuerza.
Este sistema de conocimientos no solo instruye sobre los genitales o el embarazo, también puede desafiar las normas, los estereotipos y los roles de género, tan dañinos y tan arraigados en algunas comunidades. Puede ayudar a la gente joven a comprender el amor, el respeto, el consentimiento y el cuidado, y también brinda las herramientas necesarias para identificar el abuso y la violencia, saber cómo establecer límites y saber cuándo y cómo buscar ayuda.
En AHF América Latina y el Caribe sabemos que la información puede salvar vidas, por eso trabajamos día a día para acercar nuestros servicios de VIH a las personas que los necesitan. Si quieres hacerte una prueba gratis, localiza nuestras oficinas en tu país o escríbenos por WhatsApp y haz tu cita ya.