En el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, el pasado 8 de marzo, el Programa de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) emitió un llamado urgente a la defensa de los derechos femeninos como una medida crucial para preservar su salud.
El panorama global dista considerablemente de alcanzar las metas establecidas en materia de género, igualdad y VIH que integran los Objetivos de Desarrollo Sostenible, señaló el organismo. Es así que, a la velocidad actual de avance, las proyecciones indican que se requerirán aproximadamente 300 años para erradicar el matrimonio infantil, 140 años para lograr una representación equitativa de las mujeres en roles de poder y liderazgo laboral, y 47 años para alcanzar la paridad en la participación de género en los parlamentos nacionales.
Violencia contra ellas
A través de un comunicado, ONUSIDA reportó que, a nivel global, hay registro de que al menos cinco mujeres o niñas son víctimas de homicidios perpetrados por miembros de su propia familia cada hora. Además, una de cada tres mujeres en todo el mundo experimenta violencia sexual o de género.
Las mujeres que son víctimas de violencia, explica, se ven aún más expuestas a contraer el VIH. Este riesgo es especialmente elevado para las 600 millones de mujeres y niñas que residen en países afectados por conflictos, enfrentándose a una amenaza más acentuada de violencia sexual.
En paralelo, en la mayoría de los países más desfavorecidos económicamente, la crisis de la deuda está generando reducción en las inversiones destinadas a educación, salud y protección social, impactando de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas.
Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, afirmó que “hoy en día, los derechos de las mujeres, que tanto ha costado conseguir, están siendo objeto de un ataque despiadado y coordinado a escala mundial. Quienes se enfrentan al ataque más despiadado son ya las mujeres más marginadas”.
Agregó que “las injusticias a las que se enfrentan las mujeres no son desastres naturales para los que haya que prepararse, como huracanes o tormentas. Están hechas por el hombre y, como tales, podemos deshacerlas”.
A pesar de estos desafíos, ONUSIDA considera que existe una luz de esperanza, ya que actualmente mujeres y niñas lideran movimientos en todo el mundo en busca de igualdad y derechos. Desde la resistencia en sus hogares hasta la participación activa en sus comunidades, estas mujeres desafían la opresión.
Los movimientos femeninos ofrecen respaldo directo a aquellas mujeres y niñas que sufren violencia, manifestándose públicamente en pos de la igualdad. Para salvaguardar los derechos de las mujeres, es necesario respaldar y dotar de recursos a organizaciones comunitarias, grupos de la sociedad civil y defensoras de primera línea de los derechos de las mujeres, concluye el organismo
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