La asexualidad parece ser un enigma, a veces incluso para las propias personas que la viven. La falta de interés en tener una vida sexual es una situación muy real y no es ningún problema, simplemente es una opción más.
Vivimos en un mundo que parece girar completamente en torno a la sexualidad. Mientras, por un lado, hay quienes quisieran reprimirla, también hay quienes la explotan o lucran con ella. Y es un tema tan polémico porque a la mayoría nos interesa. Sin embargo, no a todos.
Asexualidad: conoce su ABC
Si repasamos el concepto de orientación sexual, encontraremos que este se define en función de las personas que son objeto de nuestro deseo. La forma más simple de verlo es: si tienes un género y te atraen las personas de otro género, eres heterosexual. Si te atraen las personas del mismo género, eres homosexual. Y si te atraen las personas de uno u otro género, eres bisexual.
Pero para establecer tales categorías se toma en cuenta un aspecto muy específico: la atracción sexual. ¿Y qué pasa cuando alguien no siente atracción sexual por ningún género, por ninguna persona? Entonces hablamos de que ese alguien es asexual.
La forma concisa de decirlo es así: una persona asexual es aquella que no siente deseo sexual hacia otras, y adicionalmente puede sentir muy bajo o nulo interés por la actividad sexual en general, incluyendo la masturbación.
Con frecuencia parece un concepto difícil de entender, pues se asume que el sexo “mueve al mundo” y que la atracción sexual puede ser tan fuerte que es inconcebible que alguien no la sienta. Asimismo, el placer sexual es tan gratificante y esencial que cuesta creer que haya a quienes no les complazca en absoluto.
Pero es verdad, la asexualidad existe y es una opción perfectamente normal, natural e innata, y cada vez cobra mayor visibilidad.
Formas de vivir la asexualidad
Según la organización Advocates for Youth, se calcula que el 1% de la población mundial es asexual. Puede sonar a poco, pero eso representa más de 75 millones de personas que no se sienten sexualmente atraídos hacia nadie.
Sin embargo, esto no significa que se nieguen rotundamente a tener una (o más) pareja, ya que ser asexual no implica carecer de interés afectivo en otros. Es decir, estas personas se pueden enamorar, incluso casarse, tener hijas o hijos biológicos y vivir una vida feliz en pareja, pero sin el elemento de las relaciones sexuales.
O yendo más allá, muchas personas asexuales sostienen relaciones íntimas, con mayor o menor frecuencia, según el grado en el que se sienten cómodas con eso. A veces pueden querer complacer a la persona que aman, otras veces lo hacen para descifrar por qué se supone que el sexo “debería” gustarles, o quizás lo hagan por presión social. No obstante, algunas personas asexuales pueden negarse totalmente a cualquier contacto de este tipo, ya que para ellas no es aceptable.
Todas estas son formas de vivir la asexualidad y son respetables, puesto que no representan un daño para nadie.
“Salir del clóset” como asexual
Sabemos que la expresión “salir del clóset” se refiere a revelar públicamente tu orientación sexual. Aunque no debería de ser de la incumbencia de nadie, sigue sucediendo puesto que mucha gente piensa que solo la heterosexualidad es válida y lo demás son excepciones que deben ser puestas en claro para que todo el mundo esté “al tanto”.
Sin embargo, la sexualidad humana puede ser tan amplia, diversa y compleja que nos sigue sorprendiendo con sus posibilidades. Así, se está haciendo más visible un clóset del que también es desafiante salir. En teoría, salir del clóset de la asexualidad implica enfrentarse no solo a la parte heterosexual dominante de la sociedad, sino también a la fracción homosexual y bisexual de la población, que igual podría no entender esta forma de ver la vida.
Dar este paso es una decisión muy personal. Si alguien elige hacerlo, implica aceptar su sexualidad, pero también descubrir qué tanto quiere expresar al respecto y quiénes quiere que lo sepan.
Las personas asexuales frente a las infecciones
Como dijimos antes, el ser asexual no necesariamente implica abstenerse del sexo de forma total. Es así que también estas personas deben tener información y herramientas para protegerse de las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Sea cual sea el motivo por el que decidan relacionarse íntimamente, es necesario protegerse usando condón y también estar al tanto de la salud sexual, acudiendo a consultas médicas o haciéndose pruebas para detectar cualquier infección.
Si tú o alguien que conoces es asexual, no le juzgues ni le cuestiones por considerar la posibilidad de tener sexo o por llevar consigo condones. La asexualidad es algo que se vive de manera diferente para cada quien y no debe ser motivo de discusión en ningún sentido. Se trata de apoyar, aceptar y dar contención, como a cualquier persona de cualquier orientación sexual.
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