Un estudio realizado en África descubrió que cambiar a modelos de entrega de servicios diferenciados, como menos visitas a la clínica, clínicas integrales y entrega comunitaria de antirretrovirales, logra mejorar la retención en el cuidado del VIH. Los hallazgos, obtenidos en Mozambique, fueron publicados en la revista científica Lancet HIV.
Los modelos de entrega de servicios diferenciados para el cuidado del VIH están diseñados para reducir la cantidad de visitas a la clínica para las personas con VIH y liberar tiempo del personal para brindar atención a personas con VIH avanzado o necesidades más complicadas.
El cambio hacia el cuidado diferenciado busca abordar dos desafíos importantes que enfrentan los programas de tratamiento antirretroviral: la retención en el cuidado y la capacidad de tratamiento.
El desafío de la retención
Retener en el cuidado a las personas que viven con VIH ha resultado ser un desafío en muchos entornos. Las personas con VIH pueden perderse en el seguimiento debido a las frecuentes visitas a la clínica, la falta de apoyo, el estigma o porque no llegan a comprender la importancia de la adherencia al tratamiento, refiere el sitio web Aidsmap.com.
La investigación en Sudáfrica mostró que, en 2018, sólo el 45% de las personas permanecieron continuamente comprometidas en el cuidado durante el año posterior al inicio de su tratamiento.
La capacidad de tratamiento es un desafío para todos los sistemas de salud. A medida que las personas con VIH viven más tiempo y los enfoques de “prueba y tratamiento” aumentan el número de personas que toman antirretrovirales, las clínicas deben encontrar formas de brindar atención óptima a un número creciente de personas sin comprometer el estándar de atención para quienes tienen una condición más deteriorada y aquellos con necesidades complejas.
El cuidado diferenciado tiene como objetivo acercar la atención a las personas y hacerla más conveniente al proporcionar más servicios en una visita a la clínica y al reducir la frecuencia de pruebas y visitas a la clínica para las personas con la infección bien controlada y sin enfermedades.
Contexto complejo
Mozambique tiene una alta prevalencia de VIH (13%), con aproximadamente 2.4 millones de personas viviendo con VIH en 2022. Mozambique fue uno de los primeros países en adoptar modelos de entrega de servicios diferenciados, implementando ocho modelos ya probados a nivel local en 2018.
Los modelos más implementados han sido la entrega trimestral de antirretrovirales y los grupos comunitarios de antirretrovirales, donde un pequeño grupo de personas se turna para visitar la instalación de salud para observación y pruebas de sangre, y para recoger medicamentos para el resto del grupo.
La evaluación nacional comparó la retención en el cuidado de un año en personas que comenzaron el tratamiento antirretroviral en el año anterior a noviembre de 2018 y aquellos que comenzaron el tratamiento entre diciembre de 2019 y junio de 2020.
Resultados destacables
En el periodo previo a la intervención, las personas con VIH asistían cada mes a la clínica para citas y entrega de medicamentos. Después de que comenzó el periodo de implementación, las personas cambiaron al modelo diferenciado adecuado para ellas, a menos que no estuvieran dispuestas o necesitaran un manejo clínico más intensivo.
La frecuencia de asistencia a la clínica variaba según el modelo de atención diferenciada adecuado para cada persona. Por ejemplo, quienes estaban inscritos en clubes de adherencia asistían a la clínica dos veces al año para observación y pruebas de sangre. Si estaban clínicamente estables, con carga viral controlada, recogían medicamentos cada tres meses. Las mujeres asistían a las clínicas de salud materno-infantil cada mes, al igual que las personas con tuberculosis.
El resultado principal del estudio fue la retención en el cuidado 12 meses después de comenzar el tratamiento antirretroviral. En total, 1 millón 131 mil personas fueron incluidas en el análisis. El 7% eran niños o niñas, el 20% eran adolescentes y el 64% eran mujeres.
En el inicio, antes de la introducción de los servicios diferenciados, la tasa de retención era del 67.4%. Cuatro años después, fue del 68.6%. Aunque esto parece indicar un cambio casi nulo, el escenario estimado por los investigadores sugería que sólo el 44% de las personas que comenzaron el tratamiento habrían permanecido en cuidado después de 12 meses al final del periodo de estudio. Este alarmante descenso en la retención no fue consecuencia de la COVID-19; la tendencia en el modelo se basó en una disminución observada del 0.4% por mes en la retención durante la fase previa a la implementación en 2018.
Por lo tanto, calcularon que la entrega de servicios diferenciados estaba asociada con una retención absoluta un 24.5% más alta en comparación con el escenario estimado. La mejora en la retención fue mayor en hombres (29%) y en adolescentes y jóvenes (28%) que en mujeres (21%) y niños (6%).Como puedes ver, las estrategias más amigables para recibir el tratamiento y la atención en el VIH son mejores para las personas. Si recibiste un diagnóstico pero no has iniciado tu tratamiento, en AHF América Latina y el Caribe podemos ayudarte. Localiza nuestras oficinas en tu país o escríbenos por WhatsApp y haz una cita ya.