La actividad sexual en una pareja estable puede brindar placer, mayor grado de intimidad e incluso afianzar el compromiso que una persona siente con la otra. Sin embargo, a veces tenemos ideas muy fantasiosas sobre cómo deben ser esos encuentros, y no es muy frecuente que en medio de la fantasía aparezca la protección de la salud sexual.
No hay que olvidar que cuidar uno del otro es parte fundamental de una relación de pareja, por lo que no debería ser tan difícil abrir la conversación sobre cómo cuidarse de las infecciones de transmisión sexual (ITS) o de un embarazo no planeado.
Esa idea romántica de que las relaciones sexuales deben ser espontáneas y sorprendentes puede esperar. Es importante que, si aún no inicias la actividad sexual con tu pareja (o incluso si ya lo hiciste), busques un momento para hablar con él o ella acerca del sexo más seguro.
Sexo Seguro: Herramientas de Protección y Prácticas de Bajo Riesgo
Si buscas un poco sobre el tema, encontrarás que hay cierto debate sobre cuándo el sexo es realmente seguro. Algunas personas dicen que el único sexo seguro es no practicar sexo, pues al no tener actividad sexual no existe ningún riesgo de contraer una ITS, por ejemplo.
Es difícil refutar este hecho, así que se ha optado por llamar sexo más seguro a las medidas que puedes tomar antes y durante las relaciones sexuales, con el fin de prevenir una infección o un embarazo.
Así, podríamos dividir al sexo más seguro en dos tipos: el que usa herramientas de protección y el que consiste en prácticas que tienen un bajo riesgo de consecuencias no deseadas.
- Las herramientas de protección son las barreras que impiden tanto el intercambio de fluidos sexuales como el contacto entre tu boca y los genitales o la región anal de tu pareja. Las primeras son el condón externo (o masculino) y el interno (o femenino). Las del segundo tipo son barreras de látex bucales, que se colocan cubriendo el área (genital o anal) donde vas a estimular oralmente a tu pareja.
- Las prácticas de bajo riesgo de infecciones son aquellas donde no hay posibilidad de que los fluidos sexuales entren en contacto. Entre ellas se encuentran los besos, las caricias sobre o bajo la ropa, la masturbación mutua, etcétera. Eso sí, siempre debes lavar tus manos después de tocar los genitales de tu pareja y antes de tocar los tuyos.
Practicando el Sexo Seguro: Guía para Parejas Responsables
Si no sabes por dónde empezar a hablar con tu pareja sobre tener sexo más seguro, la Coalición Nacional para la Salud Sexual de Estados Unidos propone cinco argumentos con los que puedes dar el primer paso para abordar el tema.
- “Si tuviéramos una vida sexual sin preocupaciones sería muy bueno para ambos. Platiquemos sobre el sexo más seguro”
- “El sexo más seguro es algo que me hace mucho sentido. ¿Podemos hablar sobre eso?”
- “El sexo es más relajante y divertido cuando no estamos preocupados por las ITS o un embarazo no deseado”
- “Usar condón puede ser una práctica común para personas que se preocupan una por la otra”
- “No puedes darte cuenta sólo con verlo. Cualquiera de los dos podría tener una ITS sin siquiera saberlo”.
La recomendación es hablar de esto antes de comenzar la vida sexual en pareja porque de esta forma se puede iniciar esa etapa libre de preocupaciones y con acuerdos establecidos en un ambiente de tranquilidad, y no en medio del arrebato del momento.
También podría suceder que ya hayas tenido encuentros sexuales con tu pareja, y que él o ella te digan que no te preocupes, que las veces que lo han hecho no ha pasado nada. Trata de ser firme en tu objetivo; puedes decirle a tu pareja que para ti es muy importante que, en las futuras relaciones sexuales, ambos estén bien relajados sabiendo que están cuidando activamente su salud mutua.
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