Es necesario hacer pruebas de detección de cáncer cervicouterino cada tres años en las mujeres con VIH y vacunar contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) a la mayoría de las niñas con VIH si se quiere erradicar dicho tipo de cáncer en esta población para el año 2130.
Así lo reveló un estudio publicado en la revista científica eClinical Medicine, el cual desarrolló modelos de escenarios de intervención en países de ingresos bajos y medios, en los cuales el VIH tiene un alto impacto.
Cabe recordar que ya existen vacunas contra el VPH, que es la causa de casi todos los casos de cáncer cervicouterino, por lo que es uno de los pocos cánceres prevenibles mediante inmunización. Es por esto que, en 2020, la Organización Mundial de la Salud hizo un llamado para la eliminación de este problema de salud pública, con un primer plazo a cumplirse en 2030.
Escenarios en la población general
El estudio, realizado por un consorcio internacional, desarrolló tres modelos para evaluar el impacto que tendrían las estrategias de prevención y pruebas de detección en la incidencia de cáncer cervicouterino, así como el tiempo que tomaría eliminar dicho cáncer como un problema de salud pública, explica el sitio web Aidsmap.com.
Los modelos utilizaron los datos demográficos y la prevalencia de VPH, VIH y cáncer cervicouterino en Sudáfrica. Se eligió este país por su alta prevalencia de VIH y por la facilidad para acceder a datos del programa nacional de tamizaje de cáncer, que comenzó en 2000. Los resultados obtenidos con este modelo son aplicables a otros países con circunstancias similares.
Los tres modelos midieron el impacto de tres escenarios de vacunación contra VPH y testeo para cáncer cervicouterino en la población general:
- Solamente vacunación de las niñas de 9 a 14 años.
- Vacunación de las niñas de 9 a 14 años más una prueba de detección de cáncer cervicouterino en todas las mujeres que alcancen los 35 años.
- Vacunación de las niñas de 9 a 14 años más dos pruebas de detección de cáncer cervicouterino en todas las mujeres que cumplan 35 y 45 años.
Los modelos demostraron que estas estrategias reducirían la incidencia de cáncer cervicouterino entre 83 y 87% para el año 2120. Sin embargo, a corto plazo, la vacunación de niñas más dos pruebas de detección conseguirían una reducción mayor (49%) de la incidencia en comparación con la vacunación sola (15%).
Además, comparado con la vacunación como única estrategia, la segunda opción aceleraría 18 años el objetivo de reducir la incidencia de cáncer a la mitad. Con estas cifras, se podría alcanzar la eliminación del problema de salud en 2093.
Cabe destacar que la vacunación sola no logró la eliminación del problema en ninguno de los modelos planteados.
Escenarios en mujeres con VIH
Los tres modelos también compararon el impacto si se implementaran estos tres escenarios para mujeres y niñas con VIH, además de los escenarios en población general:
- Vacunación de chicas adolescentes y jóvenes de 15 a 24 años.
- Pruebas de detección de cáncer cervicouterino cada tres años para mujeres con VIH entre 24 y 49 años.
- Vacunación de chicas jóvenes con VIH de 15 a 24 años y pruebas de detección de cáncer cervicouterino cada tres años en mujeres con VIH entre 24 y 49 años
En las mujeres que viven con VIH, la estrategia que fue más efectiva en la población general (vacunación más dos pruebas de detección) redujo entre 75 y 92% en las tasas de cáncer para el año 2120, pero no consiguió la eliminación de este problema dentro de los primeros 100 años.
No obstante, añadir pruebas de detección más frecuentes (cada tres años) al modelo más efectivo para la población general reduciría la incidencia de cáncer entre las mujeres con VIH en proporción de 40% para 2045 y 27% para 2120.
Esta modificación también apresuró entre 10 y 20 años la eliminación del cáncer en mujeres con VIH, pero sólo si se trazaba el objetivo menos ambicioso de reducir el problema en 85%, comparado con la meta de eliminación planteada para la población general.
Un importante reto
Para el equipo de investigación, eliminar este tipo de cáncer en mujeres que viven con VIH es un gran reto en Sudáfrica y otros países con condiciones similares, por lo que una alta cobertura de vacunación y pruebas de detección de cáncer cada tres años serán fundamentales para lograr el objetivo.
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