Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Pruebas de Seguimiento de VIH: Cuidados Posteriores

Picture of Sheila
Sheila

Una vez que has iniciado el tratamiento antirretroviral del VIH, será necesario revisar que funcione bien. Para ello, cada tres o cuatro meses deberás someterte a pruebas de sangre que evalúen algunos niveles en tu organismo.

El objetivo del tratamiento contra el VIH es detener la replicación del virus, lo cual permite al sistema inmunológico reponerse y recuperar su función normal. Para saber con precisión que estas cosas están sucediendo son dos mediciones en sangre.

La primera de ellas es la medición de carga viral, que calcula el número de copias del virus por cada mililitro de sangre. La segunda es el recuento de células CD4, que reporta la cantidad de estas células inmunológicas por cada milímetro cúbico de sangre.

Pruebas de Seguimiento del VIH: Un Paso Crucial en tu Tratamiento

Por supuesto, es muy importante hacer estas pruebas periódicamente, pues un recuento alto de CD4 y una carga viral baja (o mejor, indetectable) son los resultados esperados con el tratamiento.

También es verdad que el día en que se realizan puede ser agotador. Así lo cuenta Juan Michael Porter II, quien vive con VIH y también es uno de los editores del sitio web especializado TheBody.com.

En su experiencia, la cantidad de sangre que se extrae para las pruebas lo hace sentir exhausto, y esto es algo de lo que su equipo médico no le había hablado al principio de su tratamiento.

Al comentarlo con otras personas con VIH, Porter descubrió que no era el único que se sentía así, también otros pasaban por lo mismo, desde dolores de cabeza durante todo el día hasta un malestar general que no les permitía seguir con su jornada normal.

Efectos Secundarios Comunes de las Pruebas de VIH

Mientras que el cuerpo humano tiene entre 4.5 y 5.7 litros de sangre, cuando se somete a pruebas le extraen diez viales, lo que suma unos 80 mililitros. Aunque pudiera parecer poco, eso es suficiente para hacerlo sentir mareado y desorientado.

Es verdad que para medir la carga viral y la cantidad de CD4 sólo se necesitarían un par de viales, pero también es muy posible que el equipo médico aproveche esta revisión periódica para hacer otras varias pruebas de sangre, como la medición del colesterol, de la glucosa, de la función renal y la detección de otras infecciones, para lo cual se necesitaría un vial por cada evaluación.

La Importancia de Comunicar tus Inquietudes al Equipo Médico

Sin embargo, no todas las personas con VIH se sienten mal cuando acuden a sus pruebas de seguimiento. Mientras unas pueden sentir fatiga intensa, dolores de cabeza o dolor en el cuerpo, otras podrán seguir con sus actividades diarias sin ningún problema.

Recuperación Después de las Pruebas de VIH: Cómo Cuidar tu Bienestar

Descansa ese día, aliméntate bien, duerme o relájate con actividades que no exijan gran actividad física.

Lo importante es que no ignores este tipo de señales, que pueden haberse presentado en estos días de pruebas y quizás no las relacionaste con el hecho de que te extraen sangre. O también es posible que hayas considerado que no era tan importante como para plantearlo en tu siguiente cita médica.

Abogando por tu Propio Bienestar: No Dejes de Expresar tus Preocupaciones

Un factor primordial en el adecuado tratamiento del VIH es hablar con tu equipo médico sobre cualquier cambio, molestia o duda que se presente en tu salud, sin importar lo simple que parezca. Si externas los problemas que sientes después de las pruebas, es posible que los médicos puedan recomendar soluciones.

Si, por el contrario, te encuentras con algún profesional de la salud que te dice que lo que sientes “no es tan grave”, insiste con otro especialista o en la siguiente cita, o busca alguien del personal de salud que escuche lo que tienes que decir. Es una especie de trabajo de cabildeo en beneficio de tu propio bienestar.

Recuerda que una atención integral ayudará no sólo a tener mejor control del VIH, sino también a que tengas una buena calidad de vida. Y si ya tienes un diagnóstico, pero no has iniciado tu tratamiento antirretroviral, o si lo suspendiste y quieres retomarlo, acércate a AHF América Latina y el Caribe y te acompañaremos en el proceso; estamos en 11 países de la región.