Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Afrontando el Diagnóstico de VIH: Las 5 Etapas del Duelo

Picture of Sheila
Sheila

Cuando oímos hablar del duelo, solemos asociarlo con la muerte. La pérdida de un familiar, de un amigo o amiga o de una mascota es un momento intenso y doloroso que debemos transitar. Pero ¿qué tanto sabemos sobre duelos de otros tipos? Por ejemplo, la pérdida de la salud a causa del VIH puede tener el mismo impacto que otras pérdidas, aunque muchas veces esto no parezca tan claro.

La psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross es la creadora del modelo de duelo más aceptado actualmente, el cual consta de cinco etapas que se presentan, en mayor o menor medida, cuando alguien sufre una pérdida. Las etapas son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. ¿Te identificas con alguna de ellas?

Negación

Para algunas personas puede aparecer tan claramente como repetir “no” una y otra vez cuando se recibe una mala noticia, pero en el caso del diagnóstico de VIH, la negación puede darse en forma de incredulidad. 

“No puede ser”, “debe haber un error”, “esta prueba no sirve”, “será el resultado de alguien más”, “iré a otro lado a hacerme una prueba”. Todas estas ideas pueden haber pasado por tu cabeza, o quizás incluso te dijiste “debo estar soñando y mañana, cuando despierte, todo será como antes”.

Afrontando la Ira y la Confusión

Cuando nos damos cuenta de que la pérdida, o en este caso, el diagnóstico de VIH, es real, viene la etapa de ira. Ésta puede dirigirse contra la persona que crees que te transmitió el VIH, culpándola por no decírtelo, por no haberlo evitado o por haber traicionado tu confianza; o bien, puedes enojarte contigo mismo por no protegerte, por confiar en alguien en quien “no debiste” o por haber cometido errores que te llevaron a este punto.

La ira también podría provocar que estés a la defensiva, que recibas de mala manera la solidaridad o la ayuda que te presten tus seres queridos, o que recibas peor los malos tratos o los posibles actos discriminatorios que enfrentes a partir de ahora.

La Negociación en el Diagnóstico de VIH: Esperanzas y Realidades

Más adelante se presenta la fase de negociación, donde la persona revive la esperanza de que las cosas se resuelvan si hace algo específico. Es en este punto donde algunas personas retoman una fe religiosa que habían dejado, o la abrazan por primera vez, con la esperanza de que si ofrecen algo lo suficientemente “valioso”, sus ruegos serán escuchados y nada cambiará.

Pero la negociación también puede darse con uno mismo. Para Juan Michaell, un artista neoyorkino que compartió su testimonio en el portal web TheBody, una forma de negociación fue pensar que su pareja, que parecía ser el único que había podido transmitirle el virus, no había sido diagnosticada con VIH, de modo que si se hacía una prueba y resultaba negativo, ninguno de los dos podría tener el virus. Su esperanza se esfumó cuando su pareja se hizo la prueba y el resultado fue positivo.

Lidiando con la Depresión Después del Diagnóstico de VIH

Además de los síntomas que conocemos de la depresión, como una tristeza profunda y que no cesa, problemas de concentración o falta de sentido de vida, esta etapa de duelo puede presentarse de otras maneras. Podría ocurrir (y sucede) que no tengas ánimo para cuidar de tu salud ahora que sabes que tienes VIH. O más aún, podrías intentar huir de los problemas que implica ese diagnóstico, alejándote de todo aquello que te lo recuerde.

Esto, desgraciadamente, incluye alejarte de la atención médica, del tratamiento antirretroviral o de las revisiones periódicas que son necesarias para saber que la infección está bajo control. El desprecio por el autocuidado (“no importa lo que me pase, no podría ser peor”) es un claro signo de depresión.

Hacia la Aceptación: Superando el Diagnóstico de VIH

En cualquier duelo, la aceptación es el paso final del proceso, y el que indica que la persona ha sido capaz de superarlo. Es aquí donde puede ver con más claridad sus opciones, tomar decisiones y actuar en un escenario donde la causa del duelo ya es una parte innegable.

Para quienes viven con VIH, la aceptación puede llegar en semanas, meses o tardar años. Depende de muchos factores, pero lo que sí recomiendan los expertos es que solicites apoyo profesional, concretamente, de un terapeuta que pueda ayudarte a transitar o superar todo el proceso.

Recuerda que vivir con VIH es posible y todo depende de recibir la atención médica adecuada. Si recibiste tu diagnóstico recientemente y no has iniciado tu tratamiento, en AHF América Latina y el Caribe podemos apoyarte. Acércate a nuestras oficinas en tu país o escríbenos por Whatasapp y te orientaremos.