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Confrontando el Diagnóstico de ITS: Manejo de Clamidia y Gonorrea

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Sheila

Si buscas en la web, hay mucha información sobre cómo protegerte de las infecciones de transmisión sexual (ITS), pero tal vez no encuentres datos tan confiables acerca de qué hacer una vez que ya has sido diagnosticado con una. Te contamos sobre la clamidia y la gonorrea.

Quizás la vergüenza de visitar a un médico es lo que te impide recibir la atención necesaria, justo porque la gente cuestionará el hecho de que, “habiendo tanta información disponible”, hayas adquirido alguna ITS.

Pero no hay por qué sentirse mal. La sexualidad es un escenario complejo y diverso, y hay muchos factores que intervienen en que no te hayas protegido. Lo importante cuando algo así te ha sucedido son dos cosas: uno, que tomes acción respecto a la ITS que ya está presente, y dos, que analices con detenimiento lo que te llevó a no usar protección, para que ese escenario no se repita en el futuro.

Entendiendo las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)

De toda la gama de microorganismos que pueden invadir los genitales (y más allá) debido a las relaciones sexuales sin condón con una persona infectada, es momento de hablar de dos bastante frecuentes que son producidas por bacterias: la clamidia y la gonorrea.

La clamidia es más frecuente en mujeres jóvenes, pero puede afectar a cualquier persona de cualquier edad. De hecho, es una de las ITS más comunes, pues en muchas ocasiones no provoca síntomas y una persona puede no saber que la tiene, y seguir manteniendo relaciones sexuales sin condón.

El problema es que, si no se trata, la bacteria causante de la clamidia puede “ascender” dentro del aparato reproductor de hombres y mujeres, por lo que en el caso de ellas puede llegar a infectar el útero. También, dependiendo de las prácticas sexuales de cada persona, la clamidia puede alojarse en el recto o la garganta.

La gonorrea también puede entrar al organismo a través no sólo de la vagina, el pene o el ano, sino también de la uretra, los ojos y la boca, ya que prefiere las áreas húmedas y cálidas para reproducirse. Al igual que la clamidia, en el caso de las mujeres la bacteria puede alojarse en el cuello del útero, el propio útero o las trompas de Falopio.

En años recientes, la gonorrea se ha vuelto una especial preocupación para las y los médicos, pues las bacterias que se encuentran hoy en día han demostrado ser resistentes a muchos de los antibióticos conocidos hasta ahora. Por esto, actualmente se trata con antibióticos que son considerados de último recurso.

Manejo Después: Clamidia y Gonorre

Si has presentado síntomas, como flujo de color amarillento o verdoso a través del pene, la vagina o el ano, seguramente se han encendido tus señales de alerta. Fuiste al médico y te diagnosticaron alguna de estas ITS, ¿cuál debe ser tu siguiente paso?

El shock inicial puede ser muy fuerte, así que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han enumerado tres pasos que puedes seguir para asegurarte de que estás en el camino correcto para acabar con el problema.

  1. Busca tratamiento: Si fuiste diagnosticado pero no tuviste síntomas, o si éstos han disminuido o hasta desaparecido, eso no significa que la infección se haya ido. Toma en cuenta que, si no se tratan, la clamidia y la gonorrea pueden generar problemas de salud graves como la enfermedad inflamatoria pélvica (en el caso de las mujeres) o las infecciones graves en los testículos (en el caso de los hombres), y ambas complicaciones puede llevar a la esterilidad.
  2. Comunícaselo a tu pareja o parejas: Si te han diagnosticado es muy probable que tu pareja estable o tus parejas casuales tengan también la infección. Si no se tratan ambos, es muy posible que estas mismas personas vuelvan a transmitirte la infección, además de que si no lo informas esas personas no tendrán la oportunidad de curarse.
  3. Repite la prueba: Es importante que te vuelvas a realizar una prueba para clamidia y gonorrea 3 meses después de haber concluido el tratamiento para ellas. Además, como ya dijimos, la clamidia y la gonorrea son dos de las ITS más frecuentes, y el haberlas tenido una vez no descarta que puedas volver a contraerlas, por lo que debes continuar usando condón y realizando pruebas periódicas si es que no lo utilizas en todas tus relaciones sexuales.

Las infecciones de transmisión sexual pueden ser un tema incómodo para hablar, pero en AHF América Latina y el Caribe tenemos un equipo capacitado para resolver tus dudas sin estigmas ni prejuicios, todo para contribuir a tu salud sexual. Si quieres más información, acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y con gusto te atenderemos.