Mientras el virus del VIH se desliza por fuera de una célula humana para acoplarse e inyectar su código genético, hay un momento espectacularmente breve en el que un pequeño fragmento de su superficie se abre para comenzar el proceso de infección.
Observar cómo esa estructura se abre y cierra en apenas millonésimas de segundo ha brindado a investigadores de la Universidad Duke, en Estados Unidos, un nuevo punto de referencia sobre la superficie del virus que podría llevar al desarrollo de anticuerpos de amplio espectro para una vacuna contra el VIH.
Ser capaces de unir un anticuerpo específicamente a esta pequeña estructura para evitar que se abra sería crucial. Los hallazgos de este equipo de investigación, del Instituto de Vacunas Humanas de Duke, se publicaron en febrero en la revista científica Science Advances.
Evento breve, pero trascendente
La parte en movimiento es una estructura llamada glicoproteína de envoltura, y los investigadores han estado tratando de entenderla durante años porque es una parte clave de la capacidad del virus para acoplarse a un receptor de células T conocido como CD4. Muchas partes de la envoltura están en constante movimiento para evadir el sistema inmunológico, pero los inmunógenos de una vacuna están diseñados para permanecer relativamente estables.
“Todo lo que todos, incluido nuestro grupo, habían intentado para tratar de estabilizar esta estructura es poco probable que bloquee el movimiento que observamos en este estudio”, dijo el autor principal Rory Henderson, biólogo estructural y profesor asociado de medicina. “No es que hayamos hecho algo mal según lo que sabíamos; simplemente no sabíamos que se movía de esta manera hasta ahora”.
Ashley Bennett, coautora del estudio, ofrece una descripción detallada, señala un comunicado de Duke: a medida que el virus busca su mejor punto de fijación en una célula T humana, el primer punto al que se adhiere es el receptor CD4 de la célula huésped. Esa conexión es lo que desencadena la apertura de la estructura de la envoltura, lo cual expone un sitio de unión al co-receptor “y ese es el evento que realmente importa”.
Una vez que ambas moléculas del virus están unidas a la membrana celular, puede comenzar el proceso de inyección de ARN viral. “Dado que el VIH-1 es un virus integrador, bloquear completamente este proceso es esencial para prevenir la infección”, dijo Henderson.
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La estructura en movimiento que encontraron protege el sitio sensible de unión al co-receptor en el virus. “También es una cerradura para evitar que se abra hasta que esté listo para hacerlo», agregó Henderson. Mantenerlo cerrado con un anticuerpo específico detendría el proceso de infección.
Para observar las partes virales en varios estados de apertura, cierre e intermedio, Bennett y Henderson utilizaron un acelerador de electrones en el Laboratorio Nacional Argonne, que produce rayos X en longitudes de onda capaces de resolver algo tan pequeño como un solo átomo.
Investigaciones anteriores en otros lugares habían argumentado que los anticuerpos estaban siendo diseñados para las formas incorrectas en el virus, y este trabajo muestra que eso probablemente sea cierto.
“La pregunta ha sido ‘¿por qué, cuando inmunizamos, estamos obteniendo anticuerpos en lugares que se supone deben estar bloqueados?’”, dijo Henderson. Parte de la respuesta debería encontrarse en esta estructura en particular y su capacidad de cambiar de forma.
“La interacción entre la unión del anticuerpo y la forma de esta estructura es realmente crucial en el trabajo que hicimos», dijo Henderson. “Y eso nos llevó a diseñar un inmunógeno el día del primer experimento. Creemos que sabemos cómo funciona esto”. Recuerda que el VIH es todavía una incógnita en muchos aspectos, pero en tus manos está protegerte de él para cuidar tu salud. Si quieres hacerte una prueba de VIH gratuita, acércate a AHF América Latina y el Caribe, estamos en 11 países de la región.