“Habiendo tanta información hoy en día, ¿cómo es posible que no haya usado condón?”, parece ser la pregunta favorita de las personas adultas cuando se refieren a alguna consecuencia indeseada de la actividad sexual vivida por las y los jóvenes. El VIH en ocasiones no se considera como una posibilidad.
Desde un embarazo no planeado hasta la infección por VIH, es como si la información por sí misma fuera capaz de detener la pandemia que lleva más de 40 años en el planeta. Si esto fuera así de simple, el virus ya habría sido detenido desde hace mucho tiempo.
Lo último que necesita un o una joven que ha recibido recientemente un diagnóstico de VIH es ser juzgado. Por sí misma, la noticia es complicada de asimilar como para que, encima, te culpen de ello.
El Impacto del VIH en la Juventud
Es probable que en tu cabeza se repita una y otra vez la pregunta: “¿por qué a mí?”. Esto es normal y no tiene nada que ver con que seas joven, sólo es una forma de reaccionar ante una situación que no esperabas y que cambiará de manera importante tu vida.
Que te sea difícil de creer, que pases por etapas de duelo como la negación o la ira es totalmente comprensible. Para ayudarte a pasar por esta fase, puedes solicitar apoyo psicológico o incluso acercarte a un grupo de apoyo mutuo, conformado por otras personas que viven con VIH, para que conozcas otras vivencias de quienes ya han recorrido el mismo camino.
Los seres humanos siempre se preguntan los porqués de muchas cosas, pero lo cierto es que no siempre se encuentran las respuestas, aunque sí pueden obtener otros conocimientos y herramientas, iguales o hasta más útiles, durante esa misma búsqueda.
Pasos Cruciales tras el Diagnóstico de VIH
Lo primero y más importante es comenzar cuanto antes la atención médica, esto significa, empezar a tomar el tratamiento antirretroviral lo más pronto posible. Hoy se sabe que este tratamiento ayuda a prolongar no sólo el tiempo de vida, sino la cantidad de vida saludable de la que puede gozar una persona con VIH, acercándola mucho a lo que esperaría alguien que no tiene el virus.
La clave de un tratamiento antirretroviral exitoso, es decir, que logre disminuir los niveles de virus en tu sangre al mínimo y que ayude a que tu sistema inmunológico se recupere, es la adherencia. Este concepto no es otra cosa que tomar los medicamentos en tiempo y forma como los prescriba tu equipo médico.
La adherencia no es fácil si tomamos en cuenta que es un tratamiento de por vida, pero los medicamentos más usados actualmente están contenidos en una sola pastilla al día, por lo que deberían facilitar las tomas para así lograr los mejores beneficios.
Un diagnóstico de VIH también es un buen momento para mejorar tus hábitos de vida: elegir comida más saludable; ejercitarte regularmente; dejar el tabaco, el alcohol y otras drogas. Todo esto ayudará a que tu organismo se mantenga sano por más tiempo.
Por último, pero no menos importante, es utilizar condón en tu vida sexual, pues además del VIH hay otras muchas infecciones de transmisión sexual que podrías contraer y que, de hecho, es más probable que afectan a personas que viven con el virus.
Comunicar tu Estatus: Consejos para Enfrentar las Reacciones
Aunque el VIH es una condición de salud como muchas otras, es verdad que todavía pesa cierto estigma sobre esta infección. Es por esto que no es fácil comunicarlo a cualquier persona, pues no sabes cómo va a reaccionar ante la noticia.
Sin embargo, tampoco tiene por qué ser un secreto. Compartir tu estatus con personas en las que confías, como amigos o familiares cercanos, podría ayudarte mucho a relajar la tensión de vivir con esta condición de ahora en adelante.
Lo más recomendable es que elijas a quién se lo dirás con base en qué tan estrecha es la relación que tienen, y que te prepares para dos escenarios: uno donde su reacción es de apoyo y solidaridad, y otro donde la reacción es de recelo o rechazo. Puedes anticiparte a la situación planeando de antemano cómo lo dirás, y también pensando qué preguntas podrían hacerte acerca de la situación. El día y el lugar que elijas para hablar con estas personas también es relevante, pues puedes elegir un sitio en el cual te sientas más tranquilo.
Recuerda que hoy por hoy se puede vivir bien con el VIH, y para ello es necesario acceder a los medicamentos antirretrovirales y la atención médica. Si ya tienes un diagnóstico pero no has iniciado tu tratamiento, en AHF América latina y el Caribe podemos ayudarte. Sólo acércate a nuestras oficinas en tu país o escríbenos por Whatsapp y te orientaremos.