La tuberculosis es curable, ¿Qué falta para erradicarla?

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La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa prevenible y curable. Sin embargo, sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo, especialmente en regiones con acceso limitado a servicios de salud, como América Latina y el Caribe.

Incidencia global vs. América Latina y el Caribe

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2023 se reportaron aproximadamente 10.6 millones de nuevos casos de tuberculosis en todo el mundo, con una incidencia de 133 casos por cada 100,000 habitantes. La enfermedad causó alrededor de 1.25 millones de muertes, convirtiéndose en la enfermedad infecciosa más letal, superando al VIH/SIDA. (OMS, 2023)

En América Latina y el Caribe, la incidencia es considerablemente menor que el promedio global, con 29 casos por cada 100,000 habitantes. Sin embargo, algunos países presentan tasas más elevadas, como Haití (168 casos por 100,000 habitantes), Perú (116), Bolivia (108) y Guyana (91), lo que demuestra desigualdades significativas en la distribución de la enfermedad dentro de la región. (PAHO, 2024)

El desafío del financiamiento para la erradicación de la tuberculosis

A pesar de los esfuerzos globales para reducir la carga de la tuberculosis, el financiamiento destinado a su prevención y tratamiento sigue siendo insuficiente. Se estima que se necesitan al menos 22 mil millones de dólares anuales para implementar estrategias eficaces contra la tuberculosis en el mundo. Sin embargo, los recursos actuales están muy por debajo de esta meta, lo que dificulta la expansión de servicios de diagnóstico, tratamiento y prevención en los países de ingresos bajos y medianos, donde ocurren más del 80% de los casos y muertes.

Además, la tuberculosis multirresistente a los medicamentos (MDR-TB) sigue siendo una crisis de salud pública. Solo dos de cada cinco personas con tuberculosis resistente a los fármacos recibieron tratamiento en 2023, lo que aumenta el riesgo de propagación de cepas más difíciles de tratar. Esta situación resalta la urgencia de incrementar la inversión en investigación, acceso a nuevos medicamentos y estrategias innovadoras para el control de la enfermedad.

La importancia de la detección temprana

Uno de los principales desafíos en la lucha contra la tuberculosis es la detección tardía de la enfermedad. Muchas personas pueden estar infectadas durante meses antes de recibir un diagnóstico, lo que aumenta el riesgo de transmisión a otras personas y complica el tratamiento.

De acuerdo con la OMS, casi 40% de los casos de tuberculosis en América Latina no son diagnosticados o se detectan tardíamente. Esto se debe a factores como la falta de acceso a centros de salud, la desinformación y la confusión de los síntomas con otras enfermedades respiratorias.

Un diagnóstico temprano permite iniciar el tratamiento de manera oportuna, evitando complicaciones y reduciendo significativamente la propagación de la enfermedad. En muchos países, se han implementado pruebas de detección rápida como GeneXpert, que pueden diagnosticar tuberculosis en menos de dos horas y determinar si la bacteria es resistente a ciertos antibióticos. Sin embargo, el acceso a estas pruebas sigue siendo desigual en la región.

Síntomas de la tuberculosis

La tuberculosis afecta principalmente los pulmones, pero también puede comprometer otros órganos como los riñones, la columna vertebral y el cerebro. La detección temprana depende del reconocimiento de los síntomas más comunes.

Síntomas principales de la tuberculosis pulmonar

  • Tos persistente por más de dos semanas, con o sin sangre
  • Fiebre constante y sin causa aparente
  • Sudoración nocturna excesiva
  • Pérdida de peso inexplicada
  • Fatiga extrema y debilidad
  • Dolor en el pecho y dificultad para respirar

Síntomas de tuberculosis extrapulmonar (cuando afecta otros órganos)

  • Inflamación de ganglios linfáticos
  • Dolor en articulaciones o espalda (si afecta la columna vertebral)
  • Problemas renales o hepáticos
  • Confusión o dolores de cabeza persistentes en casos graves

La tuberculosis puede confundirse fácilmente con infecciones respiratorias comunes o enfermedades como la gripe, lo que retrasa su diagnóstico. Si una persona presenta tos por más de dos semanas acompañada de otros síntomas, debe acudir a un centro de salud para una prueba de detección.

La tuberculosis sigue siendo una enfermedad con alta carga en América Latina y el Caribe, aunque su incidencia es menor que la media global. La detección temprana es clave para reducir la transmisión y mejorar los resultados del tratamiento.

El acceso a pruebas diagnósticas rápidas y la concienciación sobre los síntomas pueden marcar la diferencia en la lucha contra la enfermedad. Si bien la tuberculosis es curable, su erradicación dependerá del fortalecimiento de los sistemas de salud, el aumento del financiamiento global y la mejora en el acceso a tratamientos efectivos.

Ante cualquier síntoma persistente, buscar atención médica puede salvar vidas.