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ITS y Prevención: Separando la Realidad de la Ficción

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Sheila

Nadie quiere adquirir una infección de transmisión sexual (ITS), pero todavía son pocas las personas que realmente toman acciones para protegerse frente a esa posibilidad. La información sobre cómo evitar estos problemas la puedes encontrar en muchas fuentes, pero el verdadero reto es ponerla en práctica.

A esto hay que sumar que, con el amplio acceso a internet, quizás tengas la impresión de que sabes todo lo necesario para una vida sexual activa y plena, sin embargo, ¿te has preguntado cuánto sabes realmente sobre cómo prevenir las ITS? Pon a prueba tus conocimientos identificando si los siguientes mitos son verdaderos o falsos.

  1. El agua caliente de una bañera o jacuzzi mata las ITS.

Falso. Quizás por la experiencia al desinfectar alimentos por medio del calor, podrías pensar que tener relaciones sexuales en una bañera o un jacuzzi con agua suficientemente caliente es capaz de “matar” los microorganismos causantes de las infecciones sexuales, sin embargo, no es tan sencillo. Estos patógenos no sólo están en la piel de los genitales, sino que también se establecen en las mucosas de la vagina, el recto o la boca, esto es, lejos del alcance del agua.

En todo caso, si siguieras la lógica de “calor=desinfección”, necesitarías una temperatura como la que se usa para cocinar los alimentos, es decir, superior a 100°C, y hasta donde sabemos, todavía no se ha llevado a cabo un experimento para comprobar que funcionaría.

  1. Bañarte después del sexo es una forma de evitar las ITS.

Falso. Tampoco el jabón, por muy “antibacterial” que pueda ser, lograría erradicar microorganismos sexualmente transmisibles. La razón es la que mencionamos arriba: aun si pudieras quitarlos de la piel (lo cual es poco probable, pues ingresan a nivel de las células), las mucosas albergarían una gran cantidad de los microbios. Y por favor, recuerda que las duchas internas vaginales o anales no son recomendables debido a que irritan la mucosa y pueden volverla más vulnerable a infecciones no sólo sexuales, sino de cualquier tipo.

  1. Puedes adquirir una ITS a través del sexo oral.

Verdadero. Las ITS no sólo pasan de la zona genital o anal de una persona a otra, sino que también pueden alojarse y transmitirse por la boca al estimular sexualmente a la pareja. Ya sea que des o que recibas el sexo oral, los agentes infecciosos pueden transmitirse a través de este contacto de la misma forma que si se tratara de la mucosa de la vagina o el ano.

  1. Los condones te protegen contra todas las ITS.

Falso. Los condones externos (también conocidos como masculinos) sí te protegen contra una gran cantidad de infecciones sexuales, pero no contra todas. Muchos de los microbios se establecen en la piel del pubis, los labios mayores, los testículos, las nalgas o el perineo; el ejemplo más claro de esto es el Virus del Papiloma Humano (VPH). Cuando usas un condón externo, ninguna de esas zonas queda cubierta, por lo que aún es posible que adquieras (o transmitas) una infección.

No te confundas, el condón sí es una herramienta de protección muy valiosa, pero tiene ciertas limitaciones que es importante no perder de vista.

  1. Cepillarte los dientes puede aumentar el riesgo de ITS.

Verdadero. Aunque cuando tienes una cita que sabes que implicarán sexo probablemente pienses en llegar con la mejor higiene, no es recomendable que cepilles tus dientes justo antes del encuentro. La fricción entre el cepillo dental y las encías suele abrir heridas mínimas sobre el tejido, las cuales, para un microorganismo, son más que suficientes para ingresar al cuerpo. La transmisión puede suceder si practicas sexo oral o bien, si tu pareja tiene algún sangrado bucal y se besan en la boca. De igual forma, el riesgo se hace más evidente si eres tú quien tiene algún problema que haga sangrar tus encías.

Es verdad, la higiene es importante, pero asegúrate de no cepillar tus dientes justo antes de salir hacia tu cita (hazlo al menos con un par de horas de anticipación), ni tampoco lo hagas justo después de sexo.

¿Lograste identificar todos los mitos verdaderos y los falsos? Si es así, no dejes de poner tus conocimientos en práctica para cuidar tu salud sexual. Si te equivocaste en alguno, ahora ya sabes cuál es la respuesta correcta y también puedes protegerte mejor.

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