Un día encuentras un granito misterioso que aparece en tu zona íntima y en lo último en lo que quieres pensar es en una infección de transmisión sexual (ITS). “Seguro es una picadura de mosquito”, te dices para consolarte (aunque, aparentemente, el mosquito tuvo muy mala puntería).
Tal vez comenzaste a sentir ardor al orinar y lo atribuyes a que no tomaste suficiente agua ese día. Pero, antes de ignorar esas señales, hagamos una pausa. ¿Y si no es solo una casualidad?
Las ITS no han desaparecido
Las ITS son más comunes de lo que crees y muchas veces pasan desapercibidas porque sus síntomas se confunden con cosas inofensivas, o peor aún, no provocan ningún síntoma. Algunas personas pueden tener una ITS sin presentar signos visibles, mientras que otras pueden notar síntomas como flujo inusual en los genitales, picazón, heridas o dolor al orinar. Ninguna de estas cosas debería tomarse a la ligera.
Si de repente notas que algo allá abajo está diferente (por ejemplo, hay un flujo con olor fuerte, manchas rojas, ampollas o una sensación de ardor), es momento de considerar la posibilidad de una ITS. Clamidia, gonorrea, sífilis, herpes genital y VPH pueden manifestarse de diferentes formas, y lo que parece una reacción alérgica o una irritación podría ser alguna de estas infecciones.
Pero, calma, no es el fin del mundo. La mayoría de las ITS pueden ser controladas o eliminadas con el tratamiento adecuado. También es importante dejar de estigmatizar tanto a quienes adquieren alguna infección, pues es algo que puede suceder a cualquier persona que tenga una vida sexual activa.
Hazte pruebas y sal de dudas
Es verdad que algún síntoma puede indicar la presencia de una ITS, pero la única manera real de saber si realmente está ahí no es con una búsqueda de Google, sino con una prueba de laboratorio. Lo que deberías evitar a toda costa es ignorar los síntomas o esperar a que “se pasen solos”, ya que esto no hará que los microorganismos desaparezcan.
Se sabe que la información es poder, y saber si tienes o no una ITS te da el poder de cuidarte mediante un tratamiento que restablezca tu salud. No eres la primera ni la última persona que tiene que lidiar con esta situación, pero sí puedes aprender de ella para tomar acción y buscar atención médica cuando sea necesario.
Además, debes saber que usar condón no siempre te protege al 100 %. Aunque es una excelente barrera contra muchas ITS, algunas infecciones como el VPH o el herpes pueden transmitirse por contacto piel con piel en zonas que el condón (ya sea interno o externo) no cubre. Así que, además de protegerte, revisarte y hacerte pruebas es parte del paquete de una sexualidad responsable.
No pierdas de vista las ITS
“¿Y qué pasa si no tengo síntomas? ¿Eso significa que estoy a salvo?” No necesariamente. Algunas ITS, como el VPH o el VIH, pueden permanecer en tu cuerpo sin provocar síntomas durante mucho tiempo. Por eso, aunque no veas nada extraño, deberías hacerte pruebas periódicamente, en especial si tienes varias parejas sexuales o si no has usado condón con alguna de ellas.
Si descubres que tienes una ITS, no hay por qué castigarse o avergonzarse. Un diagnóstico de estos no significa que hiciste algo malo, sólo significa que eres humano. Lo importante es buscar tratamiento, evitar transmitirla a otras personas y hablarlo con tus parejas sexuales para que también puedan cuidarse.
La salud sexual no es cuestión de suerte, es cuestión de información, prevención y cuidado. Si quieres hacerte pruebas gratuitas de ITS y VIH, en AHF América Latina y el Caribe las tenemos para ti. Localiza nuestras oficinas más cercanas, estamos en 12 países de la región.