Queremos alertarte sobre esta variante de la sífilis. Se llama congénita, porque se adquiere desde el útero en la gestación o al nacer. Puede ser grave o mortal.
Al igual que la sífilis adquirida por contacto sexual, es causada por la bacteria Treponema pallidum. Si quien está gestando no recibe tratamiento, muy posiblemente lo transmitirá a su bebé.
¿Cómo se transmite?
La transmisión de la sífilis al bebé ocurre a través de la placenta o durante el parto. Puede suceder en cualquier etapa del embarazo, y sin dar síntomas a la gestante. Por esta razón, es vital que las gestantes se realicen pruebas de sífilis durante su control prenatal. Un diagnóstico temprano permite iniciar un tratamiento que puede evitar la transmisión al bebé.
Síntomas de la sífilis congénita
En muchos casos, si nacen bebés con sífilis, pueden no presentar síntomas. Sin un tamizaje al nacer, a medida que crecen, pueden desarrollar diferentes signos de la enfermedad. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Erupciones en la piel
- Fiebre
- Ictericia (piel y ojos amarillentos)
- Problemas respiratorios
- Anemia
- Agrandamiento del hígado y bazo
Si no se trata, la sífilis congénita puede llevar a complicaciones graves como ceguera, sordera, problemas neurológicos y deformidades óseas.
Diagnóstico y tratamiento
Actualmente, muchos servicios de salud en América Latina y el Caribe ofrecen varias pruebas al nacer, incluyendo sífilis congénita. También se pueden hacer pruebas de líquido cefalorraquídeo, radiografías y otras evaluaciones para detectar posibles daños en los órganos de la bebé.
Algunas de estas complicaciones pueden ser permanentes, lo que subraya la importancia de un diagnóstico y tratamiento oportunos.
El tratamiento de la sífilis congénita es sencillo y efectivo si se detecta a tiempo. Si el tratamiento se inicia de manera temprana, es posible prevenir muchas de las complicaciones graves que la enfermedad podría causar.
Prevención
La mejor forma de prevenir la sífilis congénita es a través de la detección y tratamiento de la sífilis en las embarazadas. Al menos una vez durante el embarazo, preferiblemente en el primer trimestre. Si se detecta la infección, el tratamiento debe iniciarse de inmediato para evitar la transmisión al bebé.
Además, es importante que las parejas sexuales de quien gesta también reciban tratamiento, si es necesario, para prevenir una nueva infección.
Si estás gestando o planeas estarlo, asegúrate de realizarte pruebas de sífilis y otras infecciones de transmisión sexual. Un diagnóstico temprano es clave para proteger la salud de tu bebé. Deben ofrecerla en tu consulta prenatal, pero debes saber que AHF puede acercarte a la prueba y resolver todas tus dudas en 12 países de América Latina y el Caribe. Es mejor salir de dudas ahora.