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Tratamiento y prevención son las claves para terminar con el VIH

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Tina Gutiérrez

El mundo tiene la fórmula para terminar con el VIH para el año 2030, pero ese objetivo no se logrará sin la decisión y la acción necesarias, señala el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) en su más reciente informe semestral.

El documento explica que el camino para acabar con el sida como una amenaza de salud global está claro y ya hay varios países en el mundo (en África, un continente duramente golpeado por la epidemia) que lo están demostrando. “Tenemos una solución si seguimos el liderazgo de los países que han forjado un fuerte compromiso político para dar prioridad a las personas e invertir en programas de prevención y tratamiento del VIH basados en la evidencia”, sostiene ONUSIDA.

El camino está claro

A lo largo de más de cuatro décadas de la pandemia de VIH, se han probado múltiples estrategias para frenar el avance de la transmisión. La experiencia ha demostrado cuáles son las mejores prácticas para lograrlo, tanto así que cinco países del mundo –Botsuana, Eswatini, Ruanda, la República Unida de Tanzania y Zimbabue– ya han alcanzado los objetivos 95-95-95. Estos objetivos se refieren a:

  • 95% de las personas que viven con VIH conocen su diagnóstico.
  • 95% de las personas diagnosticadas reciben tratamiento antirretroviral.
  • 95% de las personas en tratamiento mantienen la infección controlada (indetectable).

De acuerdo con el informe de ONUSIDA, titulado El camino que pone fin al sida, los países que han dado prioridad a las personas y las comunidades en sus programas y políticas públicas son aquellos que lideran el camino para acabar con el sida para 2030. 

Sin embargo, también es importante la colaboración entre los gobiernos, las comunidades directamente afectadas por el VIH y los donantes financieros, como el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.

Pilares básicos

Además de los sectores involucrados, las estrategias básicas para dar una respuesta eficaz al VIH son:

  • Brindar servicios accesibles de prevención y tratamiento del VIH, lo cual protege la salud y el bienestar de las personas.
  • Dar prioridad a enfoques que defiendan y garanticen los derechos humanos.
  • Eliminar las desigualdades sociales en todos los servicios y recursos relacionados con el VIH.
  • Recabar y utilizar datos fiables y detallados sobre la epidemia.
  • Generar y mantener un compromiso político fuerte.
  • Involucrar a las comunidades afectadas por el VIH.
  • Garantizar el acceso equitativo a los medicamentos y otras herramientas de salud.
  • Adoptar enfoques innovadores, basados en los últimos avances científicos.
  • Financiar plenamente aquellos servicios de salud que sean integrales y accesibles.

El tratamiento para VIH salva vidas

En los últimos 30 años, el tratamiento antirretroviral ha evitado casi 21 millones de muertes. El objetivo de los medicamentos es mantener el VIH indetectable, es decir, en niveles tan bajos que no pueden ser registrados por las pruebas comunes de laboratorio.

También se ha demostrado que la supresión viral reduce a cero la posibilidad de transmisión del virus por la vía sexual (lo que se conoce como indetectable=intransmisible). Esto significa que el tratamiento, además de mejorar la expectativa y la calidad de vida de las personas que viven con VIH, también tiene un beneficio hacia la comunidad al prevenir nuevas infecciones por contacto sexual.

A nivel mundial, el 76% de las mujeres y el 67% de los hombres adultos con VIH que están en tratamiento antirretroviral tienen un nivel de virus indetectable. Sin embargo, esto no es igual en los niños y niñas, ya que sólo 46% de menores con el virus lo han suprimido.

La prevención del VIH es el primer paso

Se estima que, durante 2022, hubo alrededor de 1.3 millones de nuevas infecciones por VIH en el mundo, la cifra más baja en décadas, según ONUSIDA. Las disminuciones más pronunciadas se dieron entre niños y niñas (de 0 a 14 años) y entre jóvenes (de 15 a 24 años). En ambos casos, este avance es producto de intervenciones eficaces enfocadas en dichos grupos.

Por ejemplo, el menor número de nuevas infecciones en mujeres y una mayor cobertura del tratamiento del VIH entre las personas que viven con VIH permitieron un descenso del 58% en el número anual de nuevas infecciones en niños a nivel global entre 2010 y 2022 (130 mil, el más bajo desde la década de los años ochenta). De igual forma, los programas para prevenir la transmisión del virus durante el embarazo han evitado 3.4 millones de nuevas infecciones por VIH en niñas y niños desde 2000.

Cabe destacar que, según los datos de ONUSIDA, las reducciones en el número de nuevas infecciones por VIH es mayor en la región más impactada por la epidemia: el África Subsahariana. Es ahí donde las estrategias han comprobado su eficacia y han conseguido disminuir la carga que representa el VIH para los países.

Evidencia, la base del trabajo

ONUSIDA hace un llamado a los gobiernos, financiadores y comunidades a seguir las evidencias científicas que se han obtenido de las estrategias que sí funcionan. Como lo menciona Winnie Byanyima, Directora de ONUSIDA, en su mensaje sobre el informe: el camino para acabar con el sida está claro, hace falta decisión para recorrerlo y llegar al objetivo.

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