La Fundación Gates dio a conocer sus planes para financiar un ensayo de lo que sería la primera vacuna nueva contra la tuberculosis en más de un siglo. Se trata de la fase 3 de la investigación, es decir, las pruebas en seres humanos, que involucrarán alrededor de 26 mil personas.
Según lo informa el sitio web STAT, especializado en información médica, el ensayo está programado para comenzar el próximo año y probará la vacuna conocida como M72/AS01, la cual mostró resultados prometedores en un ensayo más pequeño, realizado en 2019.
En aquel momento, los hallazgos generaron entusiasmo. Sin embargo, se retrasó un estudio más grande y confirmatorio cuando la compañía GSK, que desarrollaba la investigación en ese entonces, transfirió la vacuna al Instituto de Investigación Médica Gates, una afiliada de la fundación, en lugar de avanzar con la vacuna.
“Experimentamos bastante frustración con lo mucho que tardó”, dijo Thomas Scriba, inmunólogo de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, e investigador en ambos estudios, calificando la noticia como “un desarrollo increíblemente positivo”, ya que “el mundo realmente necesita una vacuna contra la tuberculosis”.
Una opción muy limitada
Ha existido una vacuna contra la tuberculosis desde 1921, cuando un equipo francés creó lo que se conoce como la vacuna BCG a partir de la bacteria que causa la tuberculosis bovina.
Este biológico se suministra a niños y niñas en muchos países de ingresos medios y bajos, pero los estudios que miden su efectividad han arrojado resultados mixtos, y no es capaz de proteger a la población adolescente ni adulta.
Mientras tanto, la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte a nivel mundial, causando alrededor de 1.6 millones de fallecimientos cada año, más que cualquier otra enfermedad infecciosa antes de la aparición del COVID-19.
Desde la vacuna BCG, no se han desarrollado nuevas vacunas, en parte debido a los obstáculos científicos, ya que la tuberculosis es un patógeno mucho más complejo que, por ejemplo, el SARS-CoV-2, y en parte porque la enfermedad afecta principalmente a las personas más pobres del planeta, lo que representa un muy escaso incentivo financiero para las compañías farmacéuticas.
Respaldo financiero para la investigación
La Fundación Gates, que también financió investigaciones tempranas sobre la vacuna, ha comprometido 400 millones de dólares para el ensayo, y la organización Wellcome Trust del Reino Unido se comprometió a proporcionar hasta 150 millones de dólares adicionales.
El ensayo se llevará a cabo en más de 50 puntos en África y Asia, y es probable que tarde entre cuatro y seis años en completarse, según informó Trevor Mundel, presidente de salud global de la Fundación Gates.
Mundel dijo que tomará tiempo reclutar personas y que suficientes participantes en el estudio se enfermen para que los investigadores puedan determinar si la vacuna está funcionando. Se analizará la eficacia de la vacuna una vez que 150 personas en el grupo que recibirá la vacuna y el grupo que recibirá un placebo desarrollen la enfermedad activa.
El estudio no se centrará en la protección a niños y niñas, que nunca han estado expuestos a la tuberculosis, sino que buscará determinar si puede prevenir que personas adultas y adolescentes con infección latente de tuberculosis, es decir, personas que están infectadas pero no presentan síntomas, desarrollen la enfermedad en su forma completa.
Datos recientes sugieren que alrededor de una cuarta parte de la población mundial tiene infección latente de tuberculosis. Aproximadamente del 5% al 15% desarrollará la enfermedad a lo largo de su vida. Los resultados del estudio de 2019 indicaron que la vacuna M72 redujo el riesgo de desarrollar tuberculosis en su forma completa en un 49.7%.
Al respecto, Maziar Divangahi, director asociado del Centro Internacional de Tuberculosis de McGill, afirmó que este porcentaje “es realmente importante”, y que “si esta vacuna pudiera reducir la enfermedad en un 50%, eso tendría grandes implicaciones a nivel mundial”. Tal reducción, afirmó, podría frenar significativamente la transmisión de la tuberculosis, ya que las personas con infección latente no pueden propagar la bacteria.
Moderar las expectativas
Según un informe de la OMS de 2022, una vacuna contra la tuberculosis con una eficacia del 50% en adultos y adolescentes podría prevenir entre 37.2 y 76 millones de casos, así como de 4.6 a 8.5 millones de muertes para el año 2050.
Sin embargo, Divangahi advirtió de no depositar demasiada confianza en los resultados de 2019. En ese ensayo, 39 personas, 26 en el grupo del placebo y 13 en el grupo de la vacuna, se enfermaron, por lo que el tamaño de la muestra fue “extremadamente bajo”, afirmó. Además, aún no se sabe cuánto tiempo podría durar la protección.
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