A principios del mes de noviembre, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) alertó acerca de que estaba experimentando un déficit de presupuesto que, de no resolverse, pondría en peligro las actividades que el programa lleva a cabo en 70 países. De esta forma, no estaría en posibilidades de cumplir su objetivo, planteado para 2030, de erradicar al sida como un problema da salud pública.
Los miembros de la Junta de ONUSIDA se reunieron en Ginebra, Suiza, para discutir cómo solucionar la falta de 35 millones de dólares en su presupuesto operativo, que debería ser, como mínimo, de 187 millones de dólares.
Estos recursos se destinan únicamente a la operación de ONUSIDA en los países, en los cuales colabora con autoridades, instituciones de salud y activistas comunitarios, todos uniendo esfuerzos para contener la pandemia de VIH. Los miles de millones de dólares necesarios para financiar las acciones concretas de prevención y atención del virus son independientes de los utilizados para gastos operativos.
Acciones en riesgo
En aquel momento, la directora ejecutiva del organismo, Winnie Byanyima, solicitó la liberación de 35 millones de dólares antes del fin de año, y lamentó que la posición financiera de la organización se haya deteriorado tanto desde la última reunión de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA, que se llevó a cabo en junio pasado.
Comentó que factores como la guerra en Ucrania y los movimientos en los mercados cambiarios habían agravado la situación. “Las cifras nos están obligando a tomar decisiones muy drásticas: o reducimos de forma notable la presencia de ONUSIDA en los países, o seguimos reduciendo nuestro número de copatrocinadores”, explicó Byanyima. “Cualquier posible escenario hará retroceder la respuesta al sida, pues implicará negar los servicios de prevención, tratamiento y atención relacionados con el VIH a millones de personas vulnerables”, lamentó entonces la activista y política ugandesa.
Para aquel punto, tanto las comunidades de personas que viven con el VIH como las organizaciones de la sociedad civil habían hecho un llamado para que ONUSIDA fuera totalmente financiada, un requisito esencial para continuar desempeñando su labor.
¿Qué es lo que hace ONUSIDA?
ONUSIDA está presente en 70 países y trabaja en colaboración con los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades, recopilando los datos sobre la pandemia de VIH que luego darán forma a las estrategias de respuesta.
También promueve la eliminación de las leyes y políticas que obstaculizan esta respuesta, para así crear un entorno legal propicio para poner fin al estigma y la discriminación relacionados con el VIH. A la vez, busca contrarrestar las desigualdades que impulsan la pandemia del VIH entre los grupos de personas vulnerables y marginadas.
Entre 2020 y 2021, ONUSIDA respaldó más del 80% de las solicitudes del Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, y destinó 5,000 millones de dólares a la financiación de acciones para detener el VIH. “El apoyo de ONUSIDA a los países se traduce tanto en la elaboración de estrategias basadas en datos y avaladas por la ciencia, como en el desarrollo de planes para ponerlas en práctica”, aclaró Byanyima.
Escucharon el llamado
El 18 de noviembre, el organismo internacional pudo informar que al menos dos donantes se habían comprometido a apoyar su financiamiento. Alemania anunció que entregaría medio millón de euros adicionales a lo que ya había prometido a ONUSIDA, mientras que los Países Bajos entregarán 3 millones de euros más.
Sumado a esto, los Países Bajos también anunciaron que aumentarán 15% la financiación y firmaron un acuerdo con ONUSIDA para garantizar que sea tenga recursos en el plazo 2023-2025, informó el organismo mediante un comunicado.
“Es muy importante que ONUSIDA tenga los recursos económicos necesarios porque el sida sigue siendo una epidemia sin vacuna ni cura, pero es una epidemia que podemos tratar. Afecta a los más vulnerables, marginados y oprimidos, y ahí es donde ONUSIDA desempeña un papel fundamental”, afirmó Kitty van der Heijden, viceministra de Cooperación para el Desarrollo de los Países Bajos. “ONUSIDA necesita recursos que le permitan hacer bien su trabajo, que es ayudar a prevenir y tratar el VIH. Animamos a que más donantes contribuyan a esta causa”, subrayó.
Esto nos recuerda que la respuesta al VIH y el sida es un esfuerzo conjunto, que requiere el compromiso de muchas personas a todos los niveles. En AHF América Latina y el Caribe estamos comprometidos con llevar servicios de VIH de calidad hasta todas las personas que los necesitan. Por eso realizamos pruebas de detección gratuitas y entregamos condones gratis. Localiza nuestras oficinas más cercanas a ti y conoce todos nuestros servicios.