Durante mucho tiempo, el miedo ha sido considerado el motor del cambio en los comportamientos, y esto incluye las relaciones sexuales. Hablar del estigma que pueden dejar las infecciones de transmisión sexual (ITS) parecía ser suficiente para promover el uso del condón y las prácticas más seguras, pero no necesariamente es así.
La carga de estigma, vergüenza y miedo obstaculizan la prevención de infecciones sexuales, pues nadie quiere ser señalado por tener alguna de ellas. Esto puede llevar a la negación de la realidad, ya sea que la persona se aferre a la idea de que no tiene ninguna ITS, o bien, que evite buscar atención médica para así no exponerse a que alguien más lo sepa o a tener que llevar un tratamiento que haga evidente su situación.
Para lograr que el tema de las ITS se libere de ese estigma en las nuevas generaciones, la organización civil Siecus, dedicada a promover la educación sexual en Estados Unidos desde hace casi 60 años, propone una serie de estrategias para hablar sobre estas infecciones sin basarse en conceptos negativos.
- Hay que abrir la conversación sobre salud sexual con más frecuencia y cuanto antes en la vida. Para empezar, siempre hay que llamar a las partes del cuerpo por su nombre; ese es el primer paso para eliminar la idea de que hay cosas de las que no se habla. El objetivo final es que la salud sexual sea vista de forma tan normal como otros aspectos del bienestar, como la salud bucal o la nutrición.
- La salud sexual no es sólo la ausencia de enfermedades. Ya lo ha dicho la Organización Mundial de la Salud (OMS): la salud sexual no se limita a la ausencia de padecimientos, sino que comprende un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Esto requiere de un abordaje positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.
- Reconsidera el lenguaje para describir o identificar a las personas que tienen una ITS. Es importante centrar los conceptos en las personas, no en las infecciones. El lenguaje puede perpetuar la estigmatización, de modo que si se cambian las palabras para referirse a quienes tienen una ITS se puede cambiar también la percepción sobre ellas al dejar de basarla en estereotipos. Se puede preguntar a estas personas cómo se denominan a sí mismas, y además usar un lenguaje médicamente apropiado.
- Hay que conocer las historias de quienes tienen alguna ITS. Hay que reconocer que muchas personas tienen ITS, y que estas infecciones no son una consecuencia de “mal comportamiento”. No se trata de un problema de moral, sino de una condición médica. Todavía es raro encontrar personas que compartan sus historias al vivir con una ITS, pero las hay, y es bueno escucharlas para ponerle rostro y nombre a aquello que por tanto tiempo ha parecido lejano.
- Recuerda que las ITS son muy comunes. Las estadísticas son importantes, pues ayudan a la mente a hacerse una idea de por qué un tema es importante y cuán grande es su impacto. Sin embargo, los números no lo son todo. Es muy valioso contar historias que le den sentido a esas cifras, ya que nos dejan saber que quien tiene una ITS no es muy diferente del resto de nosotros, además de que algunas infecciones, como el virus del papiloma humano (VPH), son tan comunes que la mayoría las tendremos en algún momento de la vida.
- Impulsa la conversación sobre ITS con tu pareja o parejas sexuales, tus amigos y tu círculo cercano. Este paso no se refiere a sentarte para tener “la charla” sobre las ITS con la persona que elijas; más bien se trata de abordar el tema en diferentes escenarios, promoviendo una perspectiva positiva y respetuosa. Por ejemplo, puedes intervenir cuando alguien haga un chiste sobre ITS o estigmatice a otros por ese motivo. Muestra empatía por alguien que tiene miedo de contraer una ITS, no alimentes su miedo y abórdalo como cualquier otro problema de salud. Finalmente, negocia con tu pareja las prácticas de sexo más seguro y procuren un acuerdo que sea satisfactorio para ambos.
Y aunque quitemos el peso del estigma, nadie quiere una nueva infección en su vida, sea cual sea. Por eso, si quieres protegerte de manera fácil y accesible, usa condón en todas tus relaciones sexuales. En AHF América Latina y el Caribe los tenemos gratis para ti, junto con pruebas de detección de VIH sin costo. Acércate a nuestras oficinas en tu país o escríbenos por Whatsapp y haz una cita hoy.