Sarpullidos y VIH: Guía Completa para una Piel Saludable

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Sheila

El sarpullido ha sido uno de los síntomas que tradicionalmente se han relacionado con la infección por VIH. Es verdad que puede haber un sarpullido en las primeras semanas después de la transmisión. Sin embargo, no podemos pensar que cualquier sarpullido (o que todos ellos) está relacionado con este virus.

Ningún tipo de sarpullido es exclusivo del VIH, afirma el sitio Medical News Today, especializado en la divulgación de noticias sobre salud. Ya que el VIH afecta al sistema inmunológico, se pueden desencadenar una gran variedad de reacciones cutáneas.

Tipos de Sarpullidos Asociados con el VIH

Cuando ya la infección por VIH está bien establecida, es decir, cuando una persona lleva meses o años viviendo con el virus, las manifestaciones en la piel tienen mayor probabilidad de aparecer. Esto se debe a que el sistema inmunológico está debilitado, esto en el caso de quienes no están tomando terapia antirretroviral.

Cuando el sistema de defensa no funciona como debería, los virus, bacterias, hongos y parásitos encuentran más fácil entrar al organismo y así detonar un episodio de sarpullido. Entre las condiciones de la piel que pueden desencadenarse están:

  • Forúnculos (protuberancias dolorosas llenas de pus, originadas en folículos pilosos)
  • Verrugas genitales o en otras zonas del cuerpo
  • Cáncer de piel
  • Intertrigo (inflamación de ciertos pliegues de la piel, generalmente húmedos)
  • Candidiasis
  • Psoriasis
  • Dermatitis seborreica
  • Eccema
  • Dermatitis
  • Úlceras en las ingles, que pueden deberse a infecciones como sífilis, gonorrea, herpes simple (conocido como herpes genital) o varicela

Causas y Tratamientos de Sarpullidos en Personas con VIH

Los sarpullidos relacionados con el VIH pueden ser muy variados y pueden ser favorecidos por diferentes condiciones, por ejemplo: tu estado de salud general, los medicamentos antirretrovirales que tomas, el acceso a la atención médica integral o la exposición a condiciones de la piel que pueden ser contagiosas.

Las infecciones agudas, es decir, las que llegan y se manifiestan de forma muy clara, pueden ser controladas con los tratamientos adecuados, no obstante, el vivir con VIH hace más probable que dichas infecciones aparezcan, en comparación de quienes no tienen el virus. Además, un sarpullido previo puede volverse recurrente o pueden surgir otros nuevos.

Por otro lado, también es posible que las condiciones crónicas de la piel, como el herpes o la psoriasis, aparezcan en quienes viven con VIH. Estas enfermedades se caracterizan porque presentan brotes que luego mejoran y desaparecen por un tiempo, pero terminan por regresar. La gravedad de cada brote es variable, pero depende en parte de la capacidad del sistema inmunológico, además de que existen algunos medicamentos que ayudan a contener a gravedad de los brotes.

Finalmente, también es posible que el sarpullido se deba a algunos de los medicamentos para tratar el VIH, por lo que si sospechas que tu tratamiento actual te pudo haber provocado este tipo de reacción, es importante que consultes a tu médico. Podría ser que te cambien el medicamento por otro que no tenga este efecto en ti. Pero recuerda que es indispensable platicar con tu especialista antes de suspender o descartar un medicamento.

Gestionando Sarpullidos: Estrategias de Prevención y Tratamiento

Si ya tienes un diagnóstico de VIH y notas algún sarpullido o lesión en la piel, deberías consultar con tu médico para que te prescriba un tratamiento adecuado y así evitar complicaciones.

Consulta de manera urgente a tu equipo de salud si presentas cualquiera de estos síntomas: un sarpullido que se extiende rápidamente, un sarpullido acompañado de nódulos linfáticos inflamados o fiebre, o si tienes otros síntomas, como náusea y vómitos, al mismo tiempo que se presenta el sarpullido.

Y recuerda que el tratamiento antirretroviral es lo que te permitirá mantener una buena calidad de vida y la mejor salud posible durante más tiempo. Por esto, si no has empezado a tomar tu tratamiento o si lo suspendiste y quieres retomarlo, en AHF América Latina y el Caribe podemos ayudarte. Localiza nuestras oficias en tu país y haz una cita ya.