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Sí, se puede ser musulmán, queer y vivir con VIH

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Sheila

Ser musulmán y ser queer puede presentar inmensos desafíos para algunas personas, pero también una intensa satisfacción para otras. Si se suma el factor del VIH a esa ecuación, puede tener un impacto enorme. Ahora imagina ser queer, vivir con VIH y viajar a La Meca para una experiencia religiosa profunda. Eso es precisamente lo que hizo el activista Acep Gates.

Acep es un creador de contenido que habla de temas de VIH y diversidad sexual en Indonesia. Ha estado compartiendo sus experiencias como hombre gay, persona con VIH y musulmán en las redes sociales desde 2018. Acep representa una voz única en la región y recientemente realizó una peregrinación a La Meca y Medina, como lo manda su fe. 

La revista POZ conversó con él para compartir su historia, como una forma de demostrar de qué manera se puede superar las barreras y vivir plenamente con el VIH.

Conocimiento del Islam

Acep narra que estudió el Islam durante unos 16 años, y hasta donde logró comprender, Allah (Dios) nunca dijo en el Corán que las personas homosexuales no puedan ser musulmanes. Desafortunadamente, muchos musulmanes han estado usando algunos versículos del Corán para oponerse a la diversidad sexual.

Acerca de su peregrinación, el joven recuerda que muchas personas en Indonesia le dijeron que era imposible para personas gays como él hacer el Hajj (peregrinación a la Meca que todo musulmán debe hacer alguna vez en su vida) o la Umrah (una peregrinación recomendada, pero no obligatoria) porque Allah los iba a castigar. No creyó en aquello que le dijeron, así que hizo la Umrah para demostrar que cada musulmán, independientemente de su sexualidad, tiene derechos y puede hacer este tipo de culto.

Viaje en tiempo real

A través de sus cuentas de TikTok, Instagram y Youtube (@acepgates en todas ellas), el joven compartió su experiencia en tiempo real cuando se encontraba en su destino. Cuenta que lo hizo para romper el estigma de que las personas gays como él están impedidas para realizar estas actividades.

Acerca de cómo respondieron las personas cuando Acep habló abiertamente sobre vivir con VIH y hacer la peregrinación, recuerda que la mayoría de ellas se sorprendieron, porque pensaban que las personas con VIH no podían hacer Umrah y enfrentarían discriminación. Pero, de hecho, fue diferente; refiere que ni siquiera las autoridades de Inmigración de Arabia Saudita preguntaron cosas relacionadas con su estado de VIH.

Reflexiones como hombre gay que vive con VIH

“Para ser honesto, el viaje de Umrah me hizo más fuerte y creer más que Allah siempre me ama tal como soy”, afirmó Acep. “Sentí mucha paz y aceptación durante mis actividades de Umrah”.

También habló sobre su experiencia sobre la comunidad musulmana queer en Indonesia, además de otras partes del mundo. Considera que como musulmanes queer siempre se han apoyado mutuamente para asegurarse de que se sientan aceptados en su religión.

Acep lamenta no haber conocido a otros hombres gays en su estancia en La Meca, ya que su tiempo era muy limitado. Pero cuenta que abrió Grindr allí y pudo chatear con algunos chicos, la mayoría de los cuales no eran originarios de Arabia Saudita sino de Egipto. La distancia era mucha, estaba a unos 60 km de La Meca y Medina.

Finalmente, Acep Gates quiere recordar a otros musulmanes gays que pueden aceptarse y simplemente ser ellos mismos, ya que “Allah siempre nos ama tal como somos”.

Recuerda que el VIH puede llegar a la vida de cualquier persona, sin importar su fe, su condición social, su orientación sexual o su identidad de género. Si quieres hacerte una prueba de VIH gratuita y en un ambiente libre de discriminación, busca las oficinas de AHF América Latina y el Caribe en tu país o escríbenos por Whatsapp y conócenos.