Ayudar A Un Amigo con VIH: Amistad que Cura

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Sheila

Las personas que reciben un diagnóstico de VIH comienzan a reflexionar sobre las personas de su entorno, valorando en quien de ellas pueden confiar y en quién no. A veces no es la familia la primera opción para hablar abiertamente del diagnóstico, incluso otras veces ni la pareja es la primera persona a la que se comunica esta situación, sino un amigo.

Es ahí donde entran los amigos y amigas, esa red que sostiene a una persona durante sus tiempos más difíciles y que se espera que la acompañe para sortear todos los obstáculos.

Si tienes un amigo o amiga que tuvo la suficiente confianza como para contarte sobre su diagnóstico de VIH, toma en cuenta que no fue una elección al azar, sino el resultado de una valoración de sus personas más cercanas.

Amistad Incondicional: La Base para Apoyar a un Amigo con VIH

Lo primero que tu amigo está buscando de ti es precisamente eso, tu amistad. Necesita que le ayudes a sentirse “normal”, a saber que su vida no debe cambiar para mal después de saber que vive con el virus.

De esta forma, lo primero que le beneficiará es que tú no cambies tu actitud hacia él y le reafirmes que es una persona importante para ti.

Además de esto, te ayudará leer sobre VIH en fuentes confiables, como sitios médicos o de organizaciones civiles que trabajan con el tema desde hace décadas. Esto aclarará cualquier duda que puedas tener, aunque a final de cuentas puedes preguntársela a tu amigo, siempre de manera respetuosa.

Comprender el VIH: Educándote para Brindar Apoyo a tu Amigo

El hospital Connecticut Children’s propone algunas acciones concretas que puedes tomar para mostrarle a tu amigo o amiga que quieres apoyarle:

  1. No comentes con nadie más que tu amigo tiene VIH. El diagnóstico que recibió es información personal y privada, y no te corresponde a ti divulgarla. Comprométete con tu amigo a que puede confiar en ti.
  2. Muéstrate dispuesto a estar a su lado para hablar del VIH si él o ella inician la conversación al respecto. Puedes hacer algunas preguntas sobre la situación, pero si ves que no está preparado para responder tus inquietudes, cambia el tema.
  3. Acompáñalo o invítalo a hacer actividades que reduzcan el estrés, como practicar algún deporte, caminar o alguna otra cosa que a ambos les guste, como pintar o jugar videojuegos.
  4. Evita ser una mala influencia para tu amigo y no lo induzcas a beber alcohol, fumar o usar drogas ilegales. Si tú consumes estas sustancias, procura no hacerlo cuando estés con esa persona o bien, evita compartirlas con ella.
  5. Trata de ayudar a tu amigo a cubrir sus pendientes, ya sea en la escuela, el trabajo o la calle. Ofrécete a ir al centro de salud cuando él no pueda, por ejemplo, a sacar una cita o a recibir medicamentos.
  6. Si estás presente en el momento en que las demás personas hablan mal de tu amigo por vivir con el VIH, pon un alto y trata de educar a estas personas, explicándoles que cualquiera está expuesto a adquirir el virus
  7. Si ves a tu amigo demasiado triste o angustiado con lo que le está sucediendo, proponle que acuda con un terapeuta para que éste haga un seguimiento más preciso de lo que puede estarle pasando emocionalmente.

Superando el Estigma

Recuerda que el VIH sólo tiene tres vías de transmisión: sanguínea, sexual y perinatal (es decir, de madre a hijo), por lo que, mientras no tengas ninguna actividad que involucre de alguna forma estas vías, pueden convivir de forma normal sin temor a que el VIH se transmita a ti.

Recuerda que el estigma y la discriminación son dos de los principales problemas que enfrentan las personas con el VIH, por lo que debes ser muy respetuoso cada vez que hables con tu amigo acerca del tema.

Y si tú todavía no te has hecho una prueba de detección, en AHF América Latina y el Caribe las realizamos gratis. Sólo acércate a nuestra oficina en tu país o escríbenos por Whatsapp.