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ViH y Movilidad: Un Desafío que Aumenta con la Edad

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Sheila

Conforme los medicamentos antirretrovirales han extendido la vida de las personas que viven con VIH, éstas se han enfrentado a los cambios y dificultades que llegan con la edad. Los problemas de movilidad (dificultades para caminar, moverse o hacer ciertas actividades) también pueden aparecer en las personas con el virus, y representan un reto importante para la atención médica.

Impacto del Envejecimiento en Personas con VIH

Algunos análisis realizados en Estados Unidos han estimado que casi la mitad (45%) de las personas que viven con VIH reportaron tener alguna forma de discapacidad, siendo la más común la discapacidad motriz. Así lo reporta la revista POZ, una publicación neoyorkina que desde 1994 brinda información relevante para las personas con el virus.

De acuerdo con los datos, la proporción de personas con VIH y discapacidad motriz aumentó significativamente a medida que las personas llegaban a los 65 años de edad.

Más aún, a partir de los 50 años, los hombres afrodescendientes que viven con VIH tienen tres veces más probabilidades de presentar una discapacidad motriz que los hombres blancos de su misma edad. Esta diferencia en función del grupo étnico se observa solamente entre los hombres con VIH, no en la población general.

Desafíos de Movilidad en Personas con VIH: Historia de Yolanda

En geriatría, mantener la movilidad se considera una de las seis áreas clave que se deben atender para lograr que las personas mantengan una buena calidad de vida conforme envejecen. Las otras áreas son el bienestar mental (en cuanto a pensamiento y razonamiento), la toma de múltiples medicamentos (polifarmacia), el vivir con múltiples enfermedades crónicas, los factores de riesgo modificables (tabaquismo, sedentarismo, obesidad, etc.) y cualquier preocupación que pueda tener la persona mayor.

En la atención de estas personas, el médico puede considerar como señales de alerta tres elementos: el caminar lento, el tener movimientos limitados y el presentar dificultad para levantarse desde una posición sentada. Estos signos se toman como indicativos de fragilidad, esto es que la persona podría tener más dificultad para recuperarse después de una enfermedad de corta duración.

Aunque a veces sea difícil de aceptar, el diagnosticar un problema de movilidad ayuda no sólo a abordar la causa, sino también a recomendar algún aparato de apoyo que se pueda utilizar, tales como bastones, muletas, andaderas o sillas de ruedas. Así le sucedió a Yolanda, una residente del Bronx, en Nueva York, que ha vivido con el VIH desde 1996 y contó su historia a POZ.

Hoy, Yolanda tiene 67 años de edad. En 2018 le fue diagnosticada una condición crónica y degenerativa llamada estenosis espinal. El problema consiste en que su columna vertebral se está comprimiendo sobre sí misma, aplastando los nervios y creando protuberancias óseas que le causan un intenso dolor.

La mujer, de familia puertorriqueña, necesita de un andador, pero aun así se sienta en el piso para jugar a los carritos con su nieto. Dice que desde joven le encantaba caminar, y hoy lo sigue haciendo, aunque recorre menos distancia. A veces, el dolor le impide incluso salir de su casa para comprar alimentos, por lo que es frecuente que se salte comidas.

En el servicio médico le recetan derivados del opio para ayudarla a soportar el dolor, que se presenta en lapsos de crisis. Yolanda es muy cuidadosa, pues durante años fue adicta al crack, aunque desde 2009 se mantiene sobria. Está muy atenta de no recaer en la adicción, pues su padre, su hermana y su pareja de muchos años tuvieron también problemas de consumo de drogas y todos murieron de causas relacionadas con el sida.

Yolanda acepta su problema y ha decidido seguir viviendo. Su nieto es su razón para luchar y para sentarse en el piso de vez en cuando, aunque después le sea tan difícil levantarse que, una vez que lo logra, tiene que recostarse hasta que pase el dolor.

Consulta a tu Equipo Médico: Detectando Problemas de Movilidad

Si has notado alguna molestia o impedimento en tu movilidad, no lo ignores, no son sólo “cosas de la edad”. Habla con el personal de salud sobre esto y pide las revisiones que sean necesarias para asegurarte de que se puede detectar un problema en su fase temprana.

El objetivo del tratamiento antirretroviral y de la atención integral del VIH debe ser que las personas con este virus tengan una calidad de vida muy similar a la que lleva el resto de la población.

No importa la edad que tengas, si has recibido un diagnóstico de VIH y aún no inicias tu tratamiento, o si lo suspendiste y quieres retomarlo, en AHF América Latina y el Caribe podemos ayudarte. Localiza nuestras oficinas en tu país o escríbenos por Whatsapp y haz una cita hoy.