La actividad sexual es un aspecto de la vida que no podemos pasar por alto. Se trata de uno de los componentes más importantes para el bienestar de las personas, por lo que su práctica es hoy más aceptada y discutida que hace algunas décadas. Hoy discutimos cómo hacerlo sin riesgo mediante el sexo seguro.
Y aunque es una fuente innegable de placer, también es cierto que hacerlo de cierta manera puede traer riesgos para la salud, lo que hace necesario hablar del sexo de forma clara para saber cómo llevarlo a cabo de formas más seguras.
Prácticas de Riesgo y Formas de Sexo Seguro
Primero es importante entender que la actividad sexual debe cumplir con una regla de oro: debe realizarse entre dos (o más) personas que se involucren voluntariamente, y que tengan plena capacidad de consentir. Esto significa, por ejemplo, que cuando hay algún estupefaciente de por medio, o si hay violencia o coerción de cualquier tipo, la persona no está en plena capacidad de consentir el tener relaciones sexuales.
Después de aclarado esto, las prácticas sexuales de riesgo podrían definirse como aquellos actos o comportamientos que pueden llevar a resultados indeseados. El ejemplo más común para esto sería el sexo (heterosexual) sin condón o sin ningún anticonceptivo, el cual podría llevar a un embarazo no planeado.
En segundo lugar, es sabido que el sexo sin una barrera de protección, es decir, sin un condón externo o interno (también llamado vaginal), puede dar paso a infecciones de transmisión sexual (ITS).
Pero no te preocupes, existen formas de evitar una práctica de riesgo sin tener que renunciar al placer de una vida sexual plena y segura.
Cómo Reducir Riesgos: Uso del Condón y Prevención de ITS
Para cada práctica sexual se pueden identificar varias maneras de reducir el riesgo, de modo que lo único que quede después de un encuentro sea satisfacción.
Por ejemplo, las ITS son aquellas infecciones que se transmiten específicamente mediante el contacto sexual vaginal, anal u oral, y pueden ir desde hongos sencillos de eliminar hasta virus que podrían poner en riesgo tu vida, como el VIH. La forma más efectiva de reducir el riesgo de adquirir ITS durante tu actividad sexual es usando un método preventivo de barrera, como un condón o una barrera de látex para las prácticas como el sexo oral.
Otra práctica que se considera de riesgo para tu salud sexual es el número alto de parejas sexuales, ya que, por simple probabilidad estadística, hay más posibilidades de que adquieras una ITS si tienes más de una pareja sexual. La opción para reducir el riesgo es usar condón en todas tus parejas sexuales, además de hacerte pruebas médicas periódicamente para detectar ITS. También es importante que tengas conversaciones honestas con las personas con las que te involucras sexualmente, para así elegir una estrategia para protegerse mutuamente de cualquier infección.
Sexo Anal Seguro: Consejos para Disfrutar sin Riesgos
Una práctica específica que se considera sexo de riesgo es el sexo anal. Esto porque el ano y el recto son estructuras cuyo tejido es frágil y podrían lesionarse con facilidad, permitiendo que las ITS y otros microorganismos dañinos entren al cuerpo. Recuerda que el sexo anal no solamente puede involucrar un pene, sino también los dedos o la boca. La forma de reducir el riesgo de esta práctica es utilizar lubricante a base de agua, lo cual disminuye el riesgo de lastimar el recto. Además, por supuesto, los métodos de barrera como el condón y los cuadrados de látex son una herramienta muy eficaz para no transmitir microorganismos de una persona a otra.
Alcohol y Sexo: Cómo Evitar Prácticas de Riesgo
Además de las prácticas, también hay comportamientos que te exponen a daños en tu salud sexual. Uno de ellos es tener relaciones sexuales mientras estás bajo efectos de alcohol o drogas. Varios estudios han mostrado que las personas son más propensas a tener prácticas de riesgo cuando tienen estos efectos. Para reducir el riesgo de este comportamiento, lo mejor es disminuir el consumo de alcohol y evitar el uso de otras drogas antes de tener actividad sexual. Sin embargo, si esto no es posible, siempre se debe tener a la mano un condón que te proteja si te involucras en una relación sexual cuando estás ebrio o drogado.
Como ves, para cada situación hay siempre una respuesta, y esta consiste en pensar cómo protegerte antes de que te encuentres en una situación claramente sexual que no depende totalmente de ti. Planear tus encuentros y cómo quieres vivir tu vida sexual en general te ayudará a tener presentes las formas de cuidarte.
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