Los vacíos de información sobre educación sexual se llenan con mitos y estereotipos que distorsionan la forma en que vemos la sexualidad. Y uno de los mitos más arraigados es aquel que indica que las relaciones sexuales se centran en la penetración, ya sea vaginal o anal.
Si eliges alejarte de este prejuicio tendrás la oportunidad de ampliar tus experiencias eróticas, además de que no correrás el riesgo de adquirir alguna de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Disfruta del Sexo sin Riesgos: Más Allá de la Penetración Tradicional
Para ahondar en los conceptos, tenemos que aclarar que aquí usaremos “sexo” como sinónimo de “actividad sexual”, aunque bien sabemos que la palabra sexo se refiere más bien a la condición de hembras o machos en una especie (en este caso, la humana).
Luego entonces, podemos hablar de las definiciones de sexo seguro y sexo protegido. El primero se refiere a todas aquellas actividades que no involucren intercambio de fluidos sexuales, es decir, líquido preeyaculatorio, semen, fluidos vaginales o sangre menstrual. Asimismo, se evita el contacto de los genitales piel con piel o de tu boca en los genitales de tu pareja (o visceversa).
Este tipo de práctica sexual tiene la cualidad de que no expone a las personas a contraer o transmitir una ITS, incluyendo el VIH, por lo que contribuye a la salud y el bienestar de los involucrados.
Por otro lado, el sexo protegido podría definirse como aquellas prácticas en las que se incluye la penetración y además se utiliza una barrera para bloquear el intercambio de los fluidos arriba mencionados. Estas barreras son el condón externo (o masculino), el condón interno (o femenino) y las placas de látex que se suelen usar para el sexo oral, por ejemplo, el que se realiza a una vagina o a un ano.
En el caso del sexo protegido, cabe decir que tiene el margen de error que tienen los condones, o sea, desde 2% y hasta el 15%, y que esencialmente se debe a errores humanos durante su utilización.
Algunas ideas de sexo seguro
Ahora bien, si no te sientes completamente preparado o preparada para tener una relación sexual con penetración, entonces el sexo seguro es para ti. No importa si ya tuviste sexo antes o si es tu primera vez, el sexo seguro pueden disfrutarlo todo tipo de personas, e incluso les ayudará a abrir su repertorio erótico y a estimular su imaginación para buscar nuevas formas de procurar el placer.
Por ejemplo, se puede preparar un ambiente relajado que invite a agudizar los sentidos. Una habitación con muy poca luz, con velas aromáticas y con objetos de diferentes texturas puede brindar una atmósfera erótica que ambos pueden disfrutar.
Concretamente, si deseas tener sexo seguro, puedes probar cosas como:
- Acariciar, besar y abrazar a tu pareja (incluso, con la ropa puesta).
- Tener conversaciones explícitas y detalladas sobre sexo, ya sea por teléfono, por mensajes de texto o frente a frente.
- Que cada persona utilice un juguete sexual frente a su pareja.
- Masturbarse uno frente al otro.
- Dar indicaciones verbales mientras la otra persona se desnuda o se masturba frente a ti.
- Bailar de manera erótica.
- Tocar la piel desnuda de tu pareja con texturas agradables (explorar qué tipo de sensaciones disfruta cada uno).
- Dar masaje con aceites aromáticos.
- Morder, lamer o succionar la piel del cuerpo de tu pareja (excepto los genitales).
- Mirar juntos alguna película sexual y masturbarse o hablar sobre lo que están viendo.
Como puedes ver, no todo se centra en los genitales ni en la penetración, y eliminar ese elemento de la relación sexual ayuda a pensar en muchas otras posibilidades de disfrutar sin correr el riesgo de una ITS o un embarazo no planeado, dos de las consecuencias más temidas de la actividad sexual.
Pero si sabes que en algún momento vas a practicar el sexo protegido, en AHF América Latina y el Caribe te proporcionamos condones gratis, así como pruebas de VIH sin costo para que estés al tanto de tu estado de salud. Busca nuestras oficinas más cercanas en tu país y haz tu cita ahora.
