La tuberculosis ha aumentado durante la pandemia de COVID-19

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Tina Gutiérrez

Más de 10 millones de personas contrajeron tuberculosis durante 2021 y 1.6 millones fallecieron por esa causa, según lo consigna el más reciente informe sobre la situación mundial de esta enfermedad, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo con el organismo, es la primera vez en muchos años que aumenta el número de personas que contraen la enfermedad y que además están infectadas por organismos resistentes a los tratamientos. Esto porque, además del incremento de 4.5% de casos respecto a 2020, la tuberculosis resistente al tratamiento aumentó 3% entre 2020 y 2021, con más de 450 mil casos de bacterias resistentes a los fármacos.

Una infección altamente letal

La tuberculosis es una enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, y es la segunda infección más mortífera después del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19.

Afecta principalmente a los pulmones, aunque puede desarrollarse también en otros órganos, y se transmite cuando las personas infectadas expulsan al aire las bacterias, por ejemplo, cuando tosen.

Según informa la OMS, los cinco principales factores de riesgo para la tuberculosis son:

  • La desnutrición
  • La infección por VIH
  • Los problemas con el consumo de alcohol
  • El tabaquismo
  • La diabetes

Se trata de una enfermedad que sí se puede curar, y alrededor del 85% de las personas que la contraen se liberan de ella al cabo de un tratamiento de 4 a 6 meses de duración. Sin embargo, los problemas económicos obstaculizan que las personas reciban el diagnóstico y tratamiento adecuados, ya que la cobertura de los servicios de salud todavía no alcanza a toda la población.

La directora del Programa Mundial sobre Tuberculosis de la OMS, Tereza Kasaeva, afirmó que el informe aporta nuevos e importantes datos y muestra la necesidad de “redoblar con urgencia los esfuerzos para reactivar la respuesta a la tuberculosis”, pues esta es la única manera en que se podrán alcanzar las metas y, sobre todo, salvar vidas.

Detección y atención, afectadas por la pandemia

En 2019, los casos nuevos notificados sumaron 7.1 millones, pero esta cifra disminuyó a 5.8 millones en 2020, debido a la emergencia sanitaria por la COVID-19 que limitó el acceso a los servicios de salud para otras enfermedades.

En 2021 se registraron 6.4 millones de nuevos casos, lo cual indica que todavía no se alcanzan los niveles de detección previos a la pandemia. Esto parecería indicar que hay más casos no detectados y que, por tanto, no reciben tratamiento, lo cual aumentaría el número de muertes y la transmisión de la infección.

La cantidad de personas que recibían tratamiento también se redujo entre 2019 y 2020, y en 2021 se comenzó el tratamiento solamente a 161 mil 746 personas, es decir, sólo a una de cada tres que lo necesitaban.

A esto hay que añadir que el gasto mundial en servicios médicos contra esta enfermedad bajó de 6 mil millones de dólares (mdd) en 2019 a 5 mil 400 mdd en 2020; ambas cifras están muy por debajo de la meta mundial de invertir 13 mil mdd en este 2022.

Metas pendientes

En 2014 y 2015, respectivamente, los Estados miembros de la OMS y de las Naciones Unidas se comprometieron con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y con la estrategia Fin a la Tuberculosis de la OMS. Estos son acuerdos que incluyen metas intermedias para reducir la incidencia de la tuberculosis, las muertes debidas a ella y los costos económicos que deben afrontar las personas afectadas por la enfermedad.

En 2018, se fijaron los objetivos de tratar a otros 40 millones de personas con tuberculosis y administrar un tratamiento preventivo a al menos 30 millones de personas que están en riesgo de contraer la enfermedad, a cumplir en este 2022.

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